Los concursantes de Supervivientes suelen arrastrar secuelas después de su paso por el reality más extremo de la televisión. La falta de alimento, el desgaste físico y la presión psicológica hacen que muchos tarden semanas o incluso meses en recuperarse, con efectos que van desde la pérdida de peso hasta alteraciones emocionales.
Es el caso de Pelayo Díaz, el famoso estilista y creador de contenido, que participó en la edición de 2025 y salió de Honduras hace ya varios meses. Aun así, todo este tiempo después, el ‘influencer’ ha confesado recientemente que no ha conseguido volver a la normalidad en algunos aspectos.
Concretamente, aseguró que su cuerpo ha cambiado y que se está enfrentando a esta adaptación, pero sin poder recuperar por ahora su físico anterior a Honduras: «Me está costando volver a mi figura habitual», relató Pelayo a través de sus historias de Instagram.
A lo que añadió: «He pasado la mayor ansiedad por comer de mi vida tras volver de la isla. No he parado de comer. Cada hora tenía hambre. Este es mi estado actual. No he tenido yo esta tripa en mi vida. Soy una persona que me encanta entrenar, me encanta hacer deporte. Entre cómo se me ha ido de las manos la comida y cómo he ido dejando el deporte a un lado…»
El estilista explicó que, para lograrlo, está recurriendo a distintos tratamientos médicos y estéticos. Desde una clínica, adelantó que iba a someterse a un procedimiento que combina drenaje linfático y masajes moldeadores. En sus propias palabras, estos tratamientos le ayudan a «reducir la hinchazón, disminuir la retención de líquidos (algo nuevo para mí) y redefinir la figura, que ahora me está costando más que antes...», informó el ‘influencer’ a sus seguidores.
«Llegué pesando 80 kilos, salí pesando 67, y ahora….»
Díaz también compartió su impactante variación de peso desde que entró al reality: «Solo deciros que llegué a Honduras pesando 80 kilos, salí pesando 67, perdí 13 kilos, y ahora peso 84. He cogido 17 kilos, y no de músculo«, terminaba explicando.
Con su testimonio, el influencer ha querido mostrar la cara menos glamurosa de Supervivientes: la de las secuelas que permanecen cuando las cámaras ya se han apagado. «Mi cuerpo todavía se está readaptando», admitió, reflejando que la experiencia sigue pasándole factura meses después de regresar de la isla.
Pese a estas dificultades, Pelayo no ha dejado de aprovechar el verano. Se le ha visto paseando en Vespa por Madrid, disfrutando de cenas con amigos y compartiendo ratos de piscina y sol en la capital. También ha hecho una escapada a Asturias junto a Makoke, su compañera de ‘reality‘ con la que, al parecer, conserva la gran amistad que crearon en las playas hondureñas.