Casi antes de empezar la entrevista y hacer un pequeño paseo por su vida, a Aurora Mainar (Zaragoza, 1926; cumplirá en septiembre los 99) le hacen dos preguntas: el pintor Nacho Fortún, que acaba de ver su exposición en Le Petin Coin (una sorpresa que le han preparado sus hijos, con Helena y Mercedes a la cabeza), quiere saber «¿si pintas con lupa? Qué nitidez tienen tus miniaturas. Me han impresionado». Y otras dos amigas, ambas Pilar, le dicen: “¡Qué piel tan suave y sin arrugas! Ya nos dirás que crema usas». Y Aurora, que conserva una memoria prodigiosa, responde: «No uso ninguna. Bueno, sí. Me lavo bien la cara antes de ir a dormir y me pongo una crema barata que compro en el Lidl», confiesa. Jesús María Petit, el dueño de uno de los bares más literarios de la ciudad, donde Fernando Sanmartín suele organizar tertulias y encuentros literarios, le saca un copita de cava. Y así, Aurora, sonriente, inicia su viaje en el tiempo.