La selección española de baloncesto vuela este viernes a Colonia con los 12 jugadores que disputarán ante Alemania el último partido de preparación para el Eurobasket (sábado a las 19.00, La 2) y con los que defenderá en el torneo que comienza el próximo miércoles el oro conquistado en Berlín en 2022. Entre los 12 pasajeros no está Alberto Díaz. El base malagueño no se ha recuperado de una lesión muscular y su baja deja a los jóvenes Sergio de Larrea y Mario Saint-Supéry, ambos de 19 años, como los únicos directores puros de juego.
La posición de base ha sido la más castigada en los planes de Sergio Scariolo. Durante la temporada se lesionó Juan Núñez y en el último tramo han caído Lorenzo Brown por motivos personales y Díaz por lesión, precisamente la pareja con la que España se coronó campeona hace tres veranos. El técnico italiano deberá echar mano de Darío Brizuela para asumir el volante en momentos puntuales, como en el duelo de este jueves contra Alemania.
Scariolo ha tenido que mirar a la enfermería tanto como a la pizarra. Los problemas físicos también dejaron fuera a Alberto Abalde y a Ndiaye. Y sin Díaz, el veterano del grupo (31 años), el resultado es una plantilla joven (26 de media) en la que solo Willy Hernángomez, el capitán (31 años), y Brizuela (30) están la treintena: De Larrea y Saint-Supéry como bases; Darío Brizuela, Josep Puerto, Xabi López-Arostegui, Joel Parra y Santi Yusta como aleros; y Juancho Hernangómez, Jaime Pradilla, Santi Aldama, Willy y Yankuba Sima como ala-pívots y pívots. Cinco jugadores de la expedición debutan en una gran cita internacional con España (De Larrea, Saint-Supéry, Puerto, Yusta y Sima) y seis repiten del oro de Berlín: Brizuela, Arostegui, Parra, Pradilla y los hermanos Hernangómez.
España encara este sábado en Colonia su última cita antes de debutar el próximo jueves ante Georgia (14.00) en Limasol. Grecia, Italia, Bosnia y Chipre completan un grupo de seis selecciones de las que cuatro avanzarán a los octavos en Riga. De nuevo frente a la campeona del mundo, España ha coleccionado en la gira mejores sensaciones por su capacidad para competir pese a las bajas que resultados: cuatro derrotas y una victoria. Solamente venció en Málaga a la República Checa (87-73) y cedió ante Portugal (74-76), en el doble duelo ante Francia (67-75 y 78-73) y el jueves contra Alemania en Madrid (105-106 en la prórroga). “Estamos en el camino correcto”, expresó pese a todo Scariolo tras plantar cara a dos colosos físicos como el equipo francés, subcampeón olímpico, y el alemán. Y apenas con el concurso de Santi Aldama, también renqueante hasta el último momento.
El reto es gigantesco para una selección huérfana por primera vez de cualquier referente de la gran generación del baloncesto español, tras la retirada de Rudy y el adiós de Llull al combinado, y que está envuelta en la despedida de Scariolo antes de dirigir al Real Madrid. La FIBA sitúa a España en el puesto número 11 de su listado de favoritos, a años luz de un podio que ha sido su hábitat natural este siglo. El equipo español siempre ha alcanzado al menos las semifinales de un Eurobasket desde 1999, una racha sin asomo de comparación en el continente, y ha mordido el oro en cuatro ocasiones (2009, 2011, 2015 y 2022, todas con Scariolo al mando). Mantenerse en la élite con un equipo sacudido por las lesiones, a mitad de un marco relevo generacional y que vive la salida del gran jefe es el más difícil todavía.