Por esta persecución contra ellas, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra dos dirigentes talibanes, acusados de crímenes de lesa humanidad.
Se trata del líder supremo, Haibatullah Akhundzada, y del presidente de la Corte Suprema, Abdul Hakim Haqqani, señalados por violencia de género, al privar a las mujeres de sus derechos y libertades.