En sintonía con la Fiscalía, el juez ha rechazado prohibir una marcha a favor de los presos de ETA que estaba convocada para este viernes en Bilbao.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y otras organizaciones denunciaron que iba a celebrarse esta manifestación, que, a su juicio, enaltece el terrorismo y humilla a sus damnificados.
Por ello, como medida cautelar, dichas asociaciones solicitaron a la Audiencia Nacional que la prohibiese. La Fiscalía se opuso y el juez Ismael Moreno ha rechazado vetarla. Así consta en una resolución fechada este mismo viernes y a la que tenido acceso EL ESPAÑOL.
En ella, el magistrado señala que, para prohibir un derecho fundamental, «deben ser superadas las meras hipótesis subjetivas o la simple plasmación de suposiciones».
Moreno considera que de la denuncia de la AVT «no se desprenden suficientes elementos o indicios de entidad suficiente como para apreciar el delito previsto».
No es suficiente, por tanto, que las asociaciones de víctimas del terrorismo auguren o prevean que la marcha las humillará y enaltecerá el terrorismo. Por ello, la Audiencia Nacional rechaza prohibir la manifestación.
No obstante, como también solicitó la Fiscalía, el juez sí ordena que la Policía, la Guardia Civil y la Ertzaintza vigilen el transcurso de la concentración, por si se cometiese algún delito durante el mismo.
De ser así, los agentes podrían denunciar la comisión de estos ilícitos, lo que podría desembocar en un procedimiento penal contra sus autores o contra los organizadores de la manifestación.
La marcha fue convocada por la organización abertzale Sare y por las comparsas de la Semana Grande de Bilbao con el siguiente lema: la «vuelta a casa de presos, exiliados y deportados» y la «superación del conflicto».
Tal y como expresa el juez en su resolución, «nos hallamos ante la mera expresión de opiniones arriesgadas que inquietan o chocan a diversos sectores de la población«.
«Se trata de la mera expresión de un deseo de libertad de las personas a las que se apoya, sin entrar en la justificación o ensalzamiento de las acciones por las que se hallan privadas de libertad», relata.
Y esta conducta está «amparada por el derecho a la libre expresión». «Conforme a lo anteriormente expuesto, no procede acordar la suspensión o prohibición del acto convocado», concluye.
Este miércoles, el juez solicitó a estos tres mismos cuerpos que elaborasen sendos informes sobre esta marcha.
Una vez recibidos, el magistrado dio traslado de los mismos a la Fiscalía y le preguntó por su opinión. Como avanzó EL ESPAÑOL, el Ministerio Público se opuso a la prohibición de la marcha como medida cautelar, solicitada por todas las asociaciones de víctimas del terrorismo denunciantes.
El juez comparte sus argumentos y rechaza vetar este acto, aunque insta a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a que «adopten las medidas necesarias para evitar la realización de actos que pudieren revestir relevancia penal, procediendo, en su caso, a la identificación de sus autores».
Más actos por los presos
La asociación Dignidad y Justicia también denunció, además de la manifestación, otros actos previstos en el marco de la Semana Grande de Bilbao, que, a su juicio, «enaltecen el terrorismo y/o humillan a sus víctimas». Entre ellos, una comida y un concierto en favor de los presos de ETA.
En su denuncia, a la que tuvo acceso EL ESPAÑOL, esta organización también relataba que la txosna (caseta) de una de las comparsas bilbaínas exhibe camisetas deportivas, pintadas con rayas negras y blancas, imitando barrotes de una celda, y con los nombres de presos etarras que aún siguen internos.
La decoración de la caseta en honor a los presos de ETA.
En los casos de los reos que están en semilibertad, tan sólo cuelga una percha vacía junto a su nombre.
El autor de la denuncia, el diputado del PP Daniel Portero, lamenta que entre los homenajeados se encuentran los dos autores materiales del asesinato de su padre, el fiscal Luis Portero, tiroteado por la espalda en el año 2000 en el portal de su propia casa.
La caseta de la misma comparsa, Txori Barrote, ya exhibió años atrás fotos de los presos etarras encarcelados y relojes que reivindicaban su liberación.
A juicio de Portero, actos como éstos, que se repiten, de una forma u otra, año a año, constituyen un delito de «humillación de las víctimas del terrorismo».