La protesta antitaurina de este viernes en Vista Alegre.La protesta antitaurina de este viernes en Vista Alegre. (Monika del Valle | Foku)

La plaza de Vista Alegre ha acogido este viernes la penúltima de las ‘Corridas Generales’ de Aste Nagusia de Bilbo. Y en la entrada ha habido esta vez protesta antitaurina, concretamente con una movilización del partido animalista PACMA. Ha denunciado que de lunes a sábado se vayan a matar 36 toros en la capital vizcaina, aunque en esta ocasión ha habido una excepción en forma de ‘indulto’.

PACMA ha incluido Bilbo en la campaña ‘Misión abolición’, que recorre diferentes puntos del Estado y que tendrá como colofón una manifestación el 20 de setiembre en Madrid. En Iruñea ya protestó antes de Sanfermines con un camión que mostraba a un torero estoqueando a un perro, con la intención de provocar una reflexión: «¿Por qué se tolera la violencia hacia un toro en una plaza, mientras que se consideraría inaceptable en el caso de otro animal?».

Los asistentes a la concentración han mostrado carteles con lemas como ‘La tortura no es arte ni cultura’, ‘No me dejes solo’ o ‘Ninguna tradición por encima de la razón’.

Las corridas de toros ya desaparecieron de Gasteiz hace unos años pero se mantienen con fuerza en Iruñea, menos en Bilbo y Baiona, de modo muy débil en Donostia, y siguen también en otras localidades menores como Azpeitia, Lizarra, Tafalla, Tutera…

Indulto y repunte

En el caso de Bilbo la asistencia va mermando año a año pero en esta ocasión ha sido tan desigual que resulta difícil establecer una tendencia. Las Corridas Generales arrancaron el lunes con buena parte de los tendidos vacíos y no más de 1.500 personas en total para un aforo oficial de 14.700.

 

El martes subió apenas a un cuarto de la plaza, lo que hacía prever un fiasco similar al registrado este año en las tres corridas de la Aste Nagusia donostiarra. Sin embargo, el miércoles se produjo un hecho insólito en Bilbo y que no se registraba en Euskal Herria hace 20 años: el indulto a un toro de la ganadería La Quinta, llamado ‘Tapaboca’, a petición popular por su ‘bravura’. Volvió vivo a los corrales.

Este hito pudo ayudar a que el ciclo de este 2025 repuntara, de modo que el jueves, en una corrida con tres ‘estrellas’ del escalafón taurino, casi se registró un lleno total, con más de 13.000 asistentes. Este viernes han sido algo menos, pero también mucha gente: unos tres cuartos de plaza.

En la capital vizcaina EH Bildu reclamó el año pasado el fin de las corridas de toros y rescindir todos aquellos contratos públicos que acarreen sufrimiento a los animales. El alcalde, Juan Mari Aburto, respalda la continuidad de esta práctica aunque evita su inclusión en el programa oficial a sabiendas de su creciente impopularidad. Los taurófilos se quejan de que tampoco acuda ya la banda municipal de música.