Iván Romeo buscó una nueva victoria profesional este viernes, en esta ocasión en la Vuelta a Alemania. El joven ciclista vallisoletano, que ejerce de líder … del Movistar en la ronda teutona, buscó el ataque bueno a falta de 13 kilómetros para la meta, pero, en esta ocasión, sus rivales no le dejaron que abriera hueco.

Romeo, que arracó el pasado miércoles el tour germano con un décimo tercer puesto, a cinco segundos del líder, el noruego Soren Waerenskjold en el prólogo inicial, certificó en la segunda etapa que luchará por la General de una carrera que se desarrolla hasta el domingo.

Aunque no lo tiene fácil, a 23 segundos en la clasificación de Waerenskjold, tiene en la jornada de este sábado una nueva oportunidad con una etapa estilo clásica, de 184 kilómetros entre Arnsberg y Kassel, con continuos repechos, ideales para una escapada de calidad, como la que ha protagonizado este viernes.

Tras la estela de Van Aert

El ciclista vallisoletano fue el último en moverse. Antes su compañero, el esadounidense Will Barta probó fortuna al saltar del pelotón y tratar de conectar con la escapada del día protagonizada por Vincent Bodet, Emils Liepiņš, Vinzent Dorn, Jonas Rutsch y Miguel Heidemann.

No lo consiguió y fue neutralizado. Rutsch fue el último corredor en aguantar el ritmo del Visma Lease a Bike y del Lidl Trek, y la fuga se dio por neutralizada a falta de 15 kilómetros, antes del momento de la verdad.

Ahí, y a falta de 13 kilómetros, fue Wout Van Aert, el ganador de París, el que lanzó un ataque demoledor, pero que no tuvo continuidad y en el que lograron conectar los principales corredores del pelotón -sin Florian Lipowitz, que se fue al suelo y que pierde las opciones de General-.

Casi sin darle tiempo a neutralizar al Van Aert, salió Romeo, en un movimiento muy similar al que le llevó a llevarse la victoria en Dauphiné en junio, cambiando la figura de la mega estrella belga por la de Van der Poel. Apretó los dientes, metió los hombros y trató de poner un ritmo constante pero muy alto, a la espera de que el resto de favoritos se mirasen… No fue así en este caso, porque el español se encontró con un Jhonatan Narváez muy ofuscado con la etapa desde el inicio; o con el propio Waerenskjold, que le cogieron la rueda por la vía rápida.

El final de etapa se convirtió en una lucha interminable, con diez kilómetros de locura, de los que salió la fuga definitiva, con Narváez, el líder noruego y el estadounidense Riley Sheehan. Los tres lograron mantener una renta de 15 segundos hasta la meta, y el ecuatoriano se llevó la victoria al sprint. Romeo llegó a 14 segundos, en el grupo perseguidor.