Madrid

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha ordenado este viernes que los miembros de la Guardia Nacional desplegados en Washington D.C. por orden del presidente norteamericano, Donald Trump, lleven armas durante sus patrullas por la capital.

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El anuncio, que ha hecho oficial el Pentágono a través de un comunicado, supone un paso más allá en un momento de tensión entre la administración Trump y la alcaldesa de la ciudad, Muriel Bowser, perteneciente al Partido Demócrata y en contra de la decisión del mandatario de desplegar a la Guardia Nacional en la capital.

De hecho, este mismo viernes Trump ha vuelto a cargar contra Bowser, a la que ha lanzado una advertencia. «Más le vale ponerse las pilas», ha dicho, para añadir y justificar que el despliegue de militares en la ciudad se debe a que era un lugar «inseguro».

«Era horrible y la alcaldesa Bowser más vale que se ponga las pilas o no seguirá siendo alcaldesa mucho tiempo, porque lo asumiremos el Gobierno federal y lo gestionaremos como se debe gestionar», ha amenazado Trump.

La autorización, por tanto, se aplicará a los miembros del Joint Task Force, el grupo militar desplegado en Washington, y los cuales «pronto estarán en misión con sus armas reglamentarias», según indica el comunicado.

Un uso de armas que permitirá al comandante de la Guardia Nacional realizar «cualquier ajuste en la postura de las fuerzas» que considere necesario, en coordinación con la policía del Estado de Washington D.C.

Trump amenaza con llevar la Guardia Nacional a más ciudades

Si bien no se han ofrecido más detalles acerca de la decisión del Departamento de Defensa estadounidense, el anuncio supone añadir tensión a una situación que comenzaba el pasado 11 de agosto, cuando Trump anunciaba que desplegaría a la Guardia Nacional en la ciudad para combatir el crimen.

En un principio, el mandatario republicano había convocado a 800 miembros de la Guardia Nacional, pero finalmente en la capital se han desplegado cerca de 2.000 miembros del organismo.

Ahora, Trump no solo ha ampliado ese número de miembros desplegados, sino que también ha amenazado con llevar la Guardia Nacional a más ciudades norteamericanas. «Probablemente Chicago será la próxima ciudad que haremos más segura», ha dicho Trump durante una comparecencia en el Despacho Oval este viernes.

«Después ayudaremos a Nueva York», ha añadido el mandatario, haciendo referencia a dos ciudades que, precisamente, están gobernadas por alcaldes demócratas.