Sábado, 23 de agosto 2025, 00:13
Rafa Nadal está cerca de cumplir un año oficialmente retirado. Esta nueva forma de vivir la vida le ha obligado a redefinir su estricta rutina pues, tal y como ha confesado, levantarse «sin nada que hacer» no le funciona y necesita «objetivos» para ser feliz.
Al tomar la decisión de colgar la raqueta, se acabaron dos décadas de rutina militar de la noche a la mañana. «Es un poco difícil decidir cuál es el día a día, porque no hay una rutina como había antes. Antes me levantaba con despertador. Ahora tengo un niño que me despierta a las siete, más o menos», desvela en el podcast NDL Pro Health.
Con dos niños a su cargo, sus labores se enfocan mucho más a la vida familiar. Eso sí, Nadal está obligado a mantener una vida activa para proteger a su maltrecho cuerpo de todo el esfuerzo realizado estos años. «Estoy haciendo gimnasio tres veces a la semana. Cardio, fuerza y rutinas básicas de cuando jugaba para proteger las rodillas y los hombros», revela.
Además, el balear ha encontrado el remedio para que la pereza no le gane la batalla: «Si lo dejo para última hora, siempre hay excusas. Prefeiro empezar el día sabiendo que ya he cumplido. Levantarme sin tener algo que hacer no me funciona. Necesito objetivos. Esforzarme es lo que me da felicidad», añade.
Y es que los aficionados acérrimos a la leyenda del tenis conocen algunos de sus vicios, especialmente los relacionados con la alimentación, que él tampoco esconde en el podcast. «Me gusta mucho el chocolate. El de leche, con almendras… con todo lo que pueda ser. Los suplementos me ayudan a sentirme bien, me dan sensación de energía», explica.
Sin embargo, además de los caprichos de chocolate, no renuncia a los suplementos de su propia marca, NDL Pro-Health, que consume regularmente para energía, recuperación y salud articular, manteniéndose fiel a su filosofía de bienestar integral.
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