Los aledaños del estadio de la Cartuja fueron una suerte de ‘feria de abril’ como decía más de un aficionado, al abarrotar los béticos el entorno con horas de antelación y copar la zona de ocio habilitada para disfrutar de los prolegómenos del partido.

Este … espacio contaba en concreto con una fan zone dotada de una gran carpa con barras de bebidas, animación musical con DJ incluido, tienda oficial del Real Betis y diversos puestos de comida rápida, cervezas, refrescos y bufandas, pulseras y demás complementos tanto del Betis, como del Deportivo Alavés.

La citada carpa fue especialmente bienvenida por la afición, que llenó las misma las primeras horas de la tarde, cuando más castigaba el sol.

Los hinchas del Supporters Gol Sur tuvieron su propia ‘fan zone’ en los bajos del viaducto de la SE-30 que transcurre junto al estadio de la Cartuja, donde protegidos del sol jalearon las horas previas al encuentro coreando cánticos y también con música.

Entre la presencia policial, facultativos sanitarios y guardias de seguridad, el espacio comprendido entre el viaducto y el estadio de la Cartuja se convirtió así las horas previas al partido en un hervidero verdiblanco, con mucho bullicio y una atmósfera festiva en este primer partido del Betis en Sevilla esta nueva temporada.

Entre las 19 y las 20,30 horas, antes de que accediese al interior del estadio el grueso de los asistentes, la fan zone y la suerte de «calle del infierno» de bolsillo conformada por los puestos de comida rápida estaban repletos, lo que abre también el debate sobre la suficiencia o no de la oferta de restauración en este espacio tan alejado del casco urbano y carente de servicios propios.

Así, al concentrarse la clientela en las barras de la fan zone se registraron largas colas y esperas para adquirir las consumiciones y los puestos de venta ambulante, también bastante nutridos de aficionados, no contaban con oferta suficiente para responder a la alta demanda de bebida, pues todo esto ocurría en plena tarde de agosto.

Una vez más hubo quien se anticipó a dicha problemática gracias al recurso del botellón, además de quienes acudieron con neveras en toda regla para asegurarse avituallamiento fresco en esta señalada tarde de estreno bético en casa.

Suciedad por el albero

A consecuencia de ello, a medida que el público desalojaba la zona para entrar al estadio, los aledaños del mismo iban presentando un escenario más desalentador, por las múltiples bolsas, botellas, vasos de plástico o latas que salpicaban todo el entorno; además de que la combinación de multitud y abundantes zonas de albero dejó suciedad vial y en las prendas de ropa.

Aunque el dispositivo contaba como no con no pocos contenedores de basura y papeleras, su número y distribución pueden constituir quizá otro debate; si bien en cualquier caso Lipasam contaba con un despliegue especial de 21 operarios y nueve vehículos, para actuar una vez los aficionados hubiesen accedido al interior del estadio y también después de que tras el partido hubieran dejado la zona.