La Vuelta 2025 va a pisar cuatro países
La Vuelta a España vuelve a cerrar la temporada de grandes vueltas y lo hace desde un lugar poco habitual: Turín.
No es la primera vez que la carrera arranca fuera de España, pero siempre sorprende.
Este año habrá etapas en Italia, Francia, Andorra y, por supuesto, en los clásicos escenarios españoles.
Una vez más, la receta es la dureza: 12 etapas con más de 3.000 metros de desnivel, hasta diez finales en alto y la visita a cumbres míticas como el Angliru.
Es una carrera pensada para escaladores puros, con poco margen para sprinters y con mucho terreno donde el calor y la resistencia serán tan decisivos como las piernas.
Lo novedoso de esta edición es que no estarán ni Roglič ni Pogačar, lo que abre el abanico de candidatos y puede dar pie a una lucha mucho más abierta.
El gran favorito, sin duda, es Jonas Vingegaard.
El danés de Visma ya fue segundo en el Tour y busca redimirse llevándose su primera Vuelta.
Si mantiene el nivel que mostró en julio, será difícil batirle, por no decir imposible.
Enfrente tendrá a los dos líderes del UAE: João Almeida y Juan Ayuso.
El portugués llega tras recuperarse de su caída en el Tour -a ver cómo ha recuperado-, pero con un palmarés sólido en vueltas de una semana.
El español, por su parte, se reencuentra con su carrera talismán, donde ya subió al podio siendo casi un crío.
Ayuso es joven pero ambicioso y corre en casa, lo que siempre suma.
Otro nombre clave es Ben O’Connor (Jayco). El año pasado fue segundo y este llega con un equipo volcado en él. Tiene montaña de sobra para volver a pelear el podio.
Giulio Ciccone también está en gran forma tras ganar en San Sebastián, aunque le falta demostrar regularidad en una grande, en el Giro lo vimos bien, pero una caída hizo el resto.
Entre los aspirantes veteranos destaca Egan Bernal, que poco a poco se acerca a su mejor nivel tras su grave accidente.
Y también Mikel Landa, que vuelve a la Vuelta con ganas de brillar en un año aciago.
No hay que olvidar a nombres como Jai Hindley, ganador del Giro 2022; Antonio Tiberi, con gran potencial contra el crono; o Felix Gall, quinto en el último Tour.
Todos ellos saben que la ausencia de los dos gigantes abre una oportunidad única.
Será una Vuelta durísima, creativa y sin tregua, muy al estilo de los últimos años: menos previsible que el Giro o el Tour, pero igual de apasionante.