Aston Martin ha decidido apostar todo su futuro inmediato al cambio de normativa que revolucionará la Fórmula 1 en 2026. La escudería británica quiere dar un salto definitivo hacia la élite y tiene a Fernando Alonso como estandarte de un proyecto que busca desafiar todos los límites. Andy Cowell, máximo responsable del equipo, lo resume con una metáfora impactante: “Queremos escalar el Everest sin oxígeno, pero más rápido que nadie lo haya hecho jamás”.
Para Aston Martin, la próxima temporada no es una simple transición, sino un proceso que marcará la diferencia en el futuro. La llegada de Adrian Newey y Enrico Cardile, el motor Honda, las nuevas instalaciones y el túnel de viento convierten al equipo en una de las grandes incógnitas de la parrilla. El objetivo es claro: estar preparados para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrezca el nuevo reglamento.
Un presente incómodo con la mente en 2026
El propio Cowell admite que 2025 será un año frustrante para pilotos y aficionados. Fernando Alonso, que mantiene la ambición intacta, deberá conformarse con un curso de supervivencia a la espera de que en Melbourne 2026 pueda luchar de nuevo por victorias. “Estamos desarrollando un coche para 2026, pero esa fecha parece estar a un sistema solar de distancia”, confesó el ingeniero británico.
Mientras tanto, la comparación con proyectos históricos como el de Brawn GP en 2009 está sobre la mesa. Incluso Frédéric Vasseur, jefe de Ferrari, ha dejado caer que la nueva era podría traer sorpresas mayúsculas en la parrilla.
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La verdadera carrera está en la fábrica
Cowell es consciente de que, más allá de lo que ocurra los domingos en pista, la batalla decisiva se libra ahora en Silverstone. “La tesis se está escribiendo en la fábrica. Cada fin de semana de carrera es un examen, pero la verdadera competición es la de innovación y desarrollo que marcará el coche de 2026”, asegura.
Con un enfoque que prioriza la creatividad y la rigurosidad, Aston Martin ha apostado por dar responsabilidad absoluta a cada área del equipo. Se busca una mentalidad en la que los errores no se castiguen, sino que sirvan como base para innovar. Una filosofía que, según Cowell, será clave para llegar a la cima en el momento oportuno.
Fernando Alonso, mientras tanto, observa con ambición el futuro. El bicampeón sabe que su mejor oportunidad para volver a lo más alto pasa por confiar en el plan de Aston Martin, un proyecto tan arriesgado como ambicioso. El reto es mayúsculo, pero el objetivo está claro: estar en condiciones de volver a ganar en 2026.