Christopher Lee no solo fue actor, también fue cantante de heavy metal. Puede sonar contradictorio en un hombre con semejante presencia, pero su voz grave, resonante, abismal, casó a la perfección con el estilo potente y épico de su banda: Charlemagne.
Al pronunciar el nombre de este icónico actor, lo primero que se viene a la mente es, quizá, su inabarcable trayectoria actoral. Ha sido Drácula, el conde Dooku en la saga de Star Wars, villano de James Bond y, sobre todo, Saruman en las trilogías de El Señor de los Anillos y de El Hobbit de Peter Jackson.
El personaje de J. R. R. Tolkien ha sido el que más marcó la última parte de su carrera y por el que más se le recuerda en las generaciones nuevas que se han acercado a la obra del escritor inglés.
Pero la faceta más desconocida de su más que agitada vida es la de la música. Lee cantó ópera y colaboró como narrador épico de varios grupos. Y, por si fuera poco, fue el líder de la banda Charlemagne, con la que publicó dos álbumes: By the sword and the Cross y The omens of death. Esta es la historia de la incursión en el heavy del malogrado Mago Blanco de la Tierra Media.
Épica ‘metal’ a la que puso voz Saruman
Christopher Lee tenía una formación vocal clásica y un amor profundo por la música. Había colaborado con grupos y cantado ópera, pero en 2010 sorprendió al adentrarse al mundo del heavy metal épico. Saruman, el personaje de Tolkien al que interpretó, se volvió guitarrero.
La voz majestuosa del actor encontró perfecto acomodo en el metal sinfónico de Charlemagne. Con canciones de temática histórica medieval, Lee grabó dos discos con la banda.
Con By the sword and the Cross, Lee sacó su primer trabajo heavy. El disco cuenta la historia del emperador Carlomagno. Con canciones se encuentran a medio camino del metal sinfónico y la ópera rock, y combinan música y coros épicos con guitarras afiladas y rápidas y la voz abismal del actor.
Y tras su primer disco, llegó el segundo: The omens of death, en la línea del anterior, pero con un sonido más pesado. Y con él, Saruman batió un récord. Fue la persona de más edad en publicar un álbum de heavy metal.
La incursión de Christopher Lee en la música no es una mera anécdota ni una excentricidad, sino el ejemplo de que una vocación artística no tiene por qué tener límites ni prejuicios. El arte nunca es incompatible.
Tras haber conquistado el mundo de la interpretación y haber pasado al imaginario colectivo de varias generaciones con sus personajes, habitualmente villanos, Lee se reinventó como cantante de heavy metal en el ocaso de su carrera y de su vida, pues fallecería cinco años después de haber publicado By the sword and the Cross.
Y así el legado que dejó fue múltiple. Fue el caballero del heavy metal y el Mago Blanco de la Tierra Media de Tolkien. Su figura da testimonio de que las fronteras del buen arte son líquidas y que no hay edad máxima para emprender caminos desconocidos. Saruman fue, durante unos años, una estrella del rock.