La mentalidad dentro de una competición que exige alto rendimiento, supone una de las fortalezas más importantes para competir al 100%. Todos los pilotos de Fórmula 1 actuales y retirados, han tenido que estar preparados mentalmente para competir en un nivel de máxima exigencia. Muchos no han podido aguantar la presión, otros no han tenido el talento e incluso a algunos les ha faltado cabeza para continuar, por no mencionar a la cantidad de pilotos que han estado luchando en Fórmula 3 y Fórmula 2, y que nunca han llegado a la F1. El talento es imprescindible, y los 20 pilotos de la parrilla tienen talento, pero la mentalidad juega un papel crucial para empujar el monoplaza hasta el límite.
Exigencia y perfección
Todos los pilotos son conscientes de que siempre habrá momentos de tensión y de peligro. La exigencia y el compromiso es clave, pero sobre todo la perfección es lo que marca el resultado. Cualquier error, equivocación o fallo, puede salir bastante caro en este deporte, y la mayoría de los que llevan el volante en la F1 han sufrido acciones que les ha costado un fin de semana. En la Fórmula 1 la clasificación es la primera pieza para comenzar el Gran Premio, y en la clasificación estás obligado a marcar la perfección, hacer una vuelta perfecta para lograr la mejor posición posible. Circuitos como el de Mónaco, Singapur, Monza o Bakú, son pistas donde el resultado se basa en la posición que terminas el sábado, y para ello la mejor clasificación supone hacer la vuelta perfecta, sin fallos, empujando al límite sin perder el control. Los 20 pilotos en parrilla saben lo importante que es la mentalidad, la perseverancia y sobre todo la confianza, los nervios nunca son buenos, y el miedo no puede existir en este mundo del motor.
Carlos Sainz / FUENTE: Imagen de @f1 Instagram
La lluvia
La otra cara de la moneda es la lluvia, ese clima que puede cambiarlo todo en el último minuto. La lluvia juega un papel importante, supone un cambio de grandes condiciones, con distintos neumáticos y diferente forma de conducir. La lluvia podría aumentar riesgos de accidente, y más si es en carrera. Correr con la pista mojada significa que el nivel de atención y precaución aumenta, no solo por el mismo piloto que va en su monoplaza, sino por los demás contrincantes que se pueden encontrar en una situación complicada. La visibilidad disminuye, el peligro aumenta, y las estrategias de equipo cambian.
En condiciones de seco, la perfección debe ser la prioridad, sin fallos ni equivocaciones, y en condiciones de lluvia, la atención debe aumentar, compitiendo de manera limpia y sin accidentes.
Spa 2025 / FUENTE: Imagen de @f1 Instagram