En el patio del recreo, el timbre resuena con una canción de una voz reconocible dentro del centro. Javier Badía, profesor de Secundaria, es también cantante y guitarrista de la banda de indie-rock “Mr. Copperpot”, junto a Óscar Labat, el guitarrista, Gori Salamó, el batería, y Álex Estiarte, al bajo.

Este grupo que emergió del propio “sueño de adolescente” de Javier Badía, como revela, desembocó en una banda que empredió su aventura oscilando los cuarenta años: “Siempre había tenido la ilusión de montar un grupo y de subirme a un escenario”.

La aventura comenzó a raíz del dúo de Javier Badía y Óscar Labat, al que se sumó el batería Gori Salamó y finalmente, Álex Estiarte, atraído por uno de sus ensayos casuales. ”Casi sin pensarlo mucho se formó la banda con muchas ganas e ilusión”, afirma Óscar Labat.

Aunque lo siguen considerando su hobby, su trayectoria ya divisa los 11 años. En 2025, han sacado su último lanzamiento que abarca tres nuevas canciones: “El grito del planeta”, “La eterna espiral” y “La mirada de Julia”.

Sus últimas canciones se fundamentan en la transmisión de un mensaje positivo y optimisma para hacer frente a temas tan complejos como son el malestar del clima, adversidades personales e incluso maltratos psicológicos.

Este último lanzamiento es una “carta de presentación” que entreabre el camino hacia donde quieren dirigirse. “Es una evolución natural. El estilo venía marcado desde un principio, pero las últimas composiciones reafirman el compromiso con la música propia”, confirma Gori Salamó.

Un compromiso que llevan por bandera y que se reafirma en sus conciertos: “Somos honestos en el proyecto y preferíamos tocar menos tiempo, pero que lo que hagamos sea propio. Seguramente la edad te da la posibilidad de hacer realmente lo que te apetezca en todo momento”, continúa el batería.

Su sello principal, exclama Badía, son sus letras cargadas de personalidad: “Canciones que son originales y mezclan melodías con bastante energía que se intentan cuidar con letras personales”.

El proceso de composición, hasta ahora, viene de la mano de Javier Badía: “Hago un poco la base rítmica en casa con la melodía y la letra. Entonces, cuando vamos al local, lo comparto con los compañeros y a partir de ahí vamos estructurando la canción y poniendo los demás instrumentos”. A pesar de ello, el cantante advierte que todavía están en “un punto de evolución y de intentarse superar día a día”.