El proyecto de reforma de la interiorista Iratxe Gorostizaga consistió en un trabajo artesanal lleno de nostalgia y recuerdos, ya que se trató de una casa que fue construida en los años 70 por su propio aitite y amama, quienes “levantaron su hogar ladrillo a ladrillo, con sus propias manos”. Ubicada en un pequeño pueblo de Bizkaia, la casa es el lugar donde nació y creció la interiorista, y cuenta con una paleta de colores neutros y cálidos, muebles de roble natural, papeles pintados y otros elementos decorativos singulares.
La casa tiene 110 metros cuadrados aproximadamente y fue intervenida por completo: se derribaron tabiques y se modificó su distribución. A continuación, detallamos todos los cambios que la interiorista Iratxe Gorostizaga realizó a su vivienda particular.
Un proyecto de reforma que respeta el pasado y se adapta al presente
Para la experta, este proyecto fue mucho más que una reforma: “Ha sido una forma de reconciliar pasado y presente, de honrar mis raíces mientras construyo el hogar donde mi familia seguirá creciendo. Una casa con alma, tejida entre recuerdos y nuevos comienzos”.
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