Evitar sorpresas y minimizar el desgaste. Para un cabeza de serie de un Grand Slam son las dos claves en las dos primeras cribas, en … el que pueden esquivar a cualquiera de los 32 mejores tenistas del cuadro. Y ambas premisas las cumplió sobradamente Alejandro Davidovich (18º) en su debut en el US Open este domingo, tras lograr su victoria más rápida de siempre en un ‘grande’: concedió sólo cuatro juegos a Alexander Shevchenko (89º), al que aplastó con un 6-1, 6-1 y 6-2, en una hora y 26 minutos.

Fue apenas un entrenamiento intenso de hora y media para el malagueño, que venía de sendas retiradas en sus dos últimos torneos (Toronto y Cincinnati) mostrándose exhausto. Está siendo su mejor campaña, con tres finales perdidas. Nunca había jugado tantos partidos, 55 a estas alturas, y la cita en Nueva York, abriendo el turno en el Stadium 17, era una prueba para confirmar que está recuperado de ese cansancio que le lastró dos semanas atrás a poco que avanzaban sus partidos.

La superioridad de Davidovich sobre Shevchenko fue absoluta. El kazajo, que llegó a ser 45º en febrero de 2024, no está cuajando un buen año. Ha perdido nivel y también encadenaba dos retiradas, las de Cincinnati y el Challenger de Sumter, renunciando en plena final.

Alexander Shevchenko, este domingo.

Alexander Shevchenko, este domingo.

EFE

El malagueño estuvo pletórico en el resto, sobre todo de revés, donde ya caminaba con la iniciativa en los puntos Muy rápido y explosivo, especialmente inspirado en la red, no hubo opciones para un Shevchenko que no se rindió ni ofreció síntomas de lesión, aunque buscaba una y otra vez respuestas con sus miradas a Angelo Novkovic, su entrenador.

Mientras, Davidovich, al que se vio sin compañía de Félix Mantilla ni de su segundo técnico ahora, David Sanjuán, apabulló a su rival. Una herida en un nudillo de su mano derecha, al arrodillarse en un contrapié, fue su único contratiempo. Rompió pronto en el primer set y lo cerró en 26 minutos, pero es que no cambió nada en el segundo, pese a que Davidovich se colocaba una y otra vez con 0-30 o con desventajas con su servicio, pero siempre remontaba, apoyado en su primer saque o en golpes ganadores.

«Me centré en acabar lo más pronto posible», dijo después entrevistado a pie de pista el propio Davidovich consciente de la importancia de llegar a una hipotética tercera ronda o a octavos (ya alcanzó la segunda semana en Flushing Meadows en 2020 y 2022), donde podría cruzarse con Medvedev y Alcaraz, respectivamente, sin un desgaste acusado.

La superioridad de Davidovich se plasmó en el hecho de salvar sus cuatro bolas de ‘break’ en el partido, en una de ellas, aplaudido por su rival en una volea con la parte alta del cordaje, y en haber aprovechado los siete juegos en los que tuvo opciones de ruptura al resto.

Alejandroi Davidovich, en plena actuación.

Alejandroi Davidovich, en plena actuación.

REUTERS

Sólo en el tercer set hubo un amago de reacción de Shevchenko, cuya pareja es la también tenista Anastasia Potapova. Se llego al 3-2 y 15-40, y ahí se acabó todo. Quién sabe si Davidovich quería probarse más tiempo en pista, pero entonces puso la directa y cerró el partido sumando otro quiebre en una portentosa exhibición, dando a entender que busca, si le dejan, otra participación larga en Nueva York.

Por lo pronto, su cruce en segunda ronda este miércoles será el espigado francés Arthur Rinderknech (77º), que derrotó este domingo en cuatro mangas a Roberto Carballés (84º). Davidovich tiene un mal recuerdo del único duelo que mantuvieron, al sufrir una remontada en Marsella en 2021, en pista cubierta.

Un servicio de Davidovich en el duelo de este domingo.

Un servicio de Davidovich en el duelo de este domingo.

AFP

«Va a haber otra oportunidad», comenta sobre las finales perdidas

En rueda de prensa, Alejandro Davidovich analizó su año y sus dos retiradas recientes. Sobre las dos finales perdidas, en Delray Beach y Washington, en ambos casos con ‘match points’, dijo: “Es un aprendizaje. Si ves la final de Delray Beach, después del 5-2, 15-40 no pude jugar el juego porque estaba muy nervioso y hablaba mucho. Luego, en la final de Washington, que iba 5-2 y tuve bolas de partido, seguí luchando y perdí en el tie-break ajustado. Creo que ese es el aprendizaje: estar calmado en momentos tensos. Y te lo va a ir dando las semanas y los partidos. Va a haber otra oportunidad. Y así es el tenis. Sé que voy a tener oportunidades en lo que me queda de carrera. Y al final con estas finales que llevo este año, aprendo y me lo llevo para mí. Para saber cómo gestionar lo que venga”.

Además, reconoció que recibió mensajes de ánimo de compañeros: “Fils, Lehecka, Cobolli… Tengo varios amigos en el circuito que me vieron ‘jodido’ después de esa final. Estaba mal y aprecié mucho sus mensajes. Fils es uno de mis mejores amigos en el circuito y también fuera de la pista. Es con el que más hablo y nada más perder también recibí un mensaje suyo. Al final, para mí, también es como decir ‘sé que estoy haciendo las cosas bien y llegará el título’. Creo que la gente también lo sabe. A lo mejor no será este año, pero llegará algún día”.

Finalmente, sobre sus retiradas en Toronto y Cincinnati, explicó: “Estaba muy cansado, sobre todo mentalmente y físicamente. Estaba muy saturado. Nunca he jugado tantos partidos en un año y al final te vas cansando. No fue la mejor decisión jugar Toronto después de Washington. Al final no descansé ni un día e iba acumulando cansancio”, insistió. “Me tuve que retirar en Toronto porque ya no me iban las piernas. Al final, tener una semana y no descansar… tu cuerpo te dice basta. Tuvimos que reflexionar y ver qué estaba pasando. Y al final era un poco el tener ese descanso, pero completo”.

«El día después de perder con Fonseca me fui con mi esposa a Miami y pasé cuatro días allí sin hacer nada. Estuvimos tranquilos en la playa y tomando buena comida. Después de esos días, volví a Cincinnati y estuve entrenando. Hice una pequeña pretemporada de una semana y media. Esa ha sido mi preparación para venir aquí con más fuerza”, concluyó.