Fue uno de los cuatro mosqueteros italianos en levantar la primera e histórica Copa Davis para su nación. ¿El lugar? Chile’76, delante del dictador Pinochet. El grupo era capitaneado por Nicola Pietrangeli, y prácticamente tuvo que pedir perdón a Italia entera -pese a la … gesta mayúscula-, solo porque el brazo comunista del país les descalificó, acusándoles de legitimar un régimen que se había llevado por delante a Salvador Allende. Hoy, Paolo Bertolucci, grandísimo extenista (hizo historia en dobles con Adriano Panatta), es un excelente comentarista televisivo de Sky Sport. Además, una pluma afilada de varios rotativos italianos. Sí, probablemente nadie mejor que él para entender los vericuetos de un tenis actual que ya abraza el US Open de New York. Jannik Sinner, quien se impuso el año pasado a Taylor Fritz (3-0), defiende la corona. La duda es saber, tras lo de Cincinnati, en qué estado llega. Su gran rival será Carlos Alcaraz, y entre medias el desierto entero sin oasis visibles. Quizás demasiado grande.
-Recientemente, Sinner ha concedido una entrevista a la ‘Gazzetta dello Sport’ reconociendo que se encuentra bien, ya recuperado del virus. Sin embargo, días atrás, el diario ‘la Repubblica’ -en palabras del psicólogo Claudio Robazza- habló de estrés psicofísico. ¿Usted cree que se trata de un tema de salud mental? ¿De qué manera le puede afectar esto de cara al Abierto de EE.UU.?
-Mira, yo estaba a miles de kilómetros de distancia de la final contra Alcaraz. No sé qué sucedió. ¿Sabes? Es un clásico hacer tragedias cuando se trata del número uno. Cada uno tiene siempre algo que decir. Yo no sé de medicina, y no soy quién para opinar. Sí, puede ser un virus como él mismo dijo. Sucede, claro que sí. Ahora hablan de depresión… Imagino que lo ingresarán en un manicomio. ¿No? Así funciona esto. Es todo exagerado, sinceramente. Lo único cierto es que sí, se juega mucho, demasiados partidos. Hay que parar. Sí, luego muchos se quejan, pero de momento aceptan. Les han doblado el dinero en premios, en todo. Ya sabes, cuando uno pierde siempre se lamenta, pero inicialmente todo está bien. No tengo ni idea.
-¿Qué solución ve?
-Que todo el mundo se siente en una mesa para ver qué hacer. Piensa que hoy en día tenemos dos jugadores solo. El resto, apenas cuentan. Si uno de estos dos alza la bandera blanca, se para… Pues, chico, no sé qué partido veremos. Con esto quiero decir que sí, tenemos dos enormes jugadores que debemos proteger. No hay mucho más.
-Djokovic ha comparado la rivalidad actual con la de Federer-Nadal, aunque añadiendo que falta un Nole, uno como él. El tercero, en cuestión. Recuerdo cuando usted y yo hablamos durante Wimbledon para poner el punto a esto. Cuando enseguida, nueve de los diez primeros del top-10 quedaron fuera de la hierba de Londres…
-Efectivamente, ya no están los tres o cuatro fenómenos de tiempos atrás. Emergen Sinner y Alcaraz, y luego viene un grupo discontinuo, distante. Djokovic, aun siendo un grandísimo jugador aún, es normal que no sea competitivo como antes. Pienso en Draper, Rune, irregular, en confusión constante.
-También Shelton, De Minaur o el propio Zverev, quien junto a Medvedev parece haber perdido algo de esmalte. Mención especial la del tenista alemán, ya que semanas atrás insinuó en rueda de prensa algunos problemas psicológicos, existenciales. Ha estado varios días con Nadal y su tío Toni en la Academia. Será su entrenador, al parecer.
-El tema de Alexander Zverev… Creo, insisto, que se juega mucho, demasiado. El tenis es cada vez más físico y mental. El esfuerzo es enorme, y sólo unos pocos pueden resistir durante tantos años. Después, si llegan desilusiones deportivas o problemas físicos, la situación se agrava. Zverev, por ejemplo, quizás pensaba que sería el líder de la nueva generación post Nadal, Nole y Federer…
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«Se juega mucho, demasiados partidos. Hay que parar. Sí, luego muchos se quejan, pero de momento aceptan»
Paolo Bertolucci
Extenista
-Se ha visto sobrepasado por Carlos y Jannik.
-Claro. Ahora sus opciones para ser número uno del mundo son cero. Esto, quizás, puede crear desequilibrios físicos y mentales. La familia, su ayuda, siempre es importante. No sé qué más añadir.
-Matteo Berrettini, hace no demasiado compitiendo en las Finals de Turín entre los mejores ocho del mundo, ahora podría dejar el tenis. ¡Increíble!
-Habría que preguntarle a él. Los médicos dicen que está curado, pero él insiste con el dolor. Sí es cierto que se trata de un tenista que se para dos meses, luego vuelve para un torneo y se vuelve a detener… No tiene la continuidad necesaria para volver a posiciones importantes del ranking mundial. Tiene que solucionar los problemas físicos -no sé si mentales también- antes de ver qué hacer. Son dos años de subidas y bajadas. Mucho tiempo.
-Volvamos al tema Zverev. Está entre los mejores del mundo, pero parece que si no eres el primero significa que eres el último. Sí, el nivel de exigencia es altísimo, y la mente aquí juega malas pasadas.
-Quizás estaba convencido que llegaría su turno tras las retiradas de Nadal y Roger, y la ligera caída de Djokovic. Era el primero de los perseguidores para convertirse en el conquistador de importantes Grand Slams. Imagino que el golpe psicológico no habrá sido fácil de digerir.
-La rivalidad Sinner-Alcaraz, de alguna manera, ¿le recuerda a alguna de su periodo?
-Borg-Vilas, quizás. Eran más parecidos que nuestros chicos de hoy: uno muy latino, con la mentalidad italiana y española… Lógicamente hablo de Alcaraz. Luego está su némesis, más frío, nórdico. Dos caracteres diferentes, con un tenis diverso. Más fuegos artificiales y chispa el español, mientras que Jannik es más sólido y concreto.
-Los tres meses de sanción que tuvo el año anterior por el caso Clostebol (positivo en un control tras ganar en Cincinnati), ¿de qué manera cree que le pudieron pasar factura? Antes o ahora.
-Creo que no fue fácil de gestionar, aunque a tenor de los resultados obtenidos después (ya ha ganado varios títulos) nadie lo diría.
-Hace meses hablé con Sandro Donati (histórico paladín del antidoping). También con los abogados de Stefano Battaglino, suspendido cuatro años por el mismo episodio que Sinner. «La diferencia es que no pudimos demostrar de dónde venía el Clostebol. La traza, el recorrido», dijeron. El altoatesino, sí. La famosa historia del fisioterapeuta Giacomo Naldi y el preparador Ferrara, que por cierto lo ha recuperado. Insisto, ¿cuánto le pudo haber condicionado moralmente?
-Mucho, pero sobre todo el año pasado, cuando aún nadie lo sabía. Jugó con esa espada de Damocles en la cabeza (logrando un Gran Slam), con un silencio absoluto y total. Así hasta que el caso no estalló públicamente.
-La última pregunta me la guardo para Fabio Fognini, quien anunció su retirada tras la heroicidad -sin premio final- contra Alcaraz en el verde de Wimbledon. ¡Qué tenista pierde el circuito!
-El tenis, en toda su esencia. Talento puro, sin dudas. El problema es que tuvo estos cambios de humor, que quizás le privaron de victorias más importantes, pero al mismo tiempo le llevaron hasta ahí arriba. Es su carácter. Es la vida. O lo coges o lo sueltas, pero es difícil de cambiar. Y es justo así. La mente de Nadal no la puedes poner en la de Alcaraz… Todo es una cuestión de aceptar quién eres y qué tienes.
-Una vez le entrevistamos en Relevo. Nos dijo siempre que no le intentáramos cambiar, porque había pagado siempre por ello. Nos habló de sus crisis de pánico y demás.
-Es así, los seres humanos somos así. De lo contrario seríamos como robots.