Normalmente, al hospedarse en un alojamiento turístico, el equipaje suele estar conformado por ropa, cámaras, maletas… Sin embargo, el siguiente es un caso especial. El dueño de un Airbnb ha denunciado que unos huéspedes han gastado más de 1.300 euros en luz en tres semanas. El motivo: llevaron consigo diez ordenadores para minar criptomonedas.

Según publica el medio francés Purebreak, el propietario ha sido consciente de lo ocurrido gracias a las cámaras que colocó en la entrada de la vivienda, por las que pudo visualizar diez ordenadores empaquetados. Concretamente, se consumieron un promedio de 600 vatios durante diez horas al día en tres semanas. Además, otro factor que elevó aún más la factura: cargaron sus coches eléctricos en el lugar. 

De acuerdo a la información difundida, el propietario no aceptó los altos costos de electricidad y, finalmente, presentó una queja. Esto le valió para que los inquilinos pagaran los costes de electricidad. Desde entonces, ha agregado una regla inamovible: prohíbe la carga de coches eléctricos y la minería de criptomonedas durante la estancia.

Tal y como reza la publicación, esto sólo ocurre cuando se trata de tarjetas gráficas para juegos. Bitcoin y Ethereum son popularmente conocidos por los usuarios, sin embargo, no son efectivos para la minería de bitcoin, ya que los costos de electricidad «superan con creces el rendimiento debido a la feroz competencia y la creciente complejidad computacional».

Por su parte, Ethereum, ha cambiado al proceso Proof-of-Stake (un sistema de consenso tecnológico que permite la validación de transacciones y el bloqueo de criptomonedas), que ya no permite la minería a través de hardware de PC. «Esto ha convertido a la minería de criptomonedas en un negocio de nicho que a menudo ya no es rentable si paga su propia factura de electricidad», concluye el medio.