Mario Pereira, natural de Cospeito, y Sabela Freire, de Castroverde, se encuentran inmersos en la grabación de un documental centrado en Negueira de Muñiz, con el que buscan retratar las distintas realidades que hoy conviven en este territorio y romper con los estereotipos que durante años han existido sobre esta zona.

Desde hace más de siete meses recorren este pequeño municipio para conversar con sus habitantes y conocer su día a día. Reconocen que no fue fácil ganarse la confianza de la gente y que muchos eran reacios a hablar, pero poco a poco, al ver que no querían contar una historia impuesta desde fuera, sino escuchar sin juzgar, se fueron abriendo.

La decisión de grabar en Negueira de Muñiz surgió poco a poco. «Fomos pasar un día alí, a falar coa xente, e vimos que había unha especie de sensación común, tanto nosa como súa, de que había moitas cousas que contar da zona», cuenta Sabela.

La historia del municipio

La historia de Negueira de Muñiz está marcada por la construcción del embalse de Grandas de Salime en los años 50. Esta enorme infraestructura, levantada durante el franquismo, anegó buena parte del municipio y transformó para siempre su paisaje y su modo de vida, obligando a muchas familias a abandonar sus hogares. Algunos núcleos quedaron completamente bajo el agua. Muchos de sus habitantes se vieron forzados a emigrar, en su mayoría hacia la comarca de A Terra Chá.

La construcción del embalse de Grandas de Salime en los años 50 transformó el paisaje de Negueira de Muñiz y obligó a muchas familias a emigrar

Sobre los años 70, sin embargo, algunas personas procedentes de distintos lugares decidieron instalarse en la zona para llevar una vida diferente, más cercana a la naturaleza, más autónoma, y muchas veces al margen de los modelos tradicionales. Esto contribuyó a alimentar una imagen distorsionada que aún perdura. 

Las historias de la gente

«Queremos quitar esa etiqueta de ‘hippie’, que a veces úsase incluso como un insulto. Alí só hai xente que trata de vivir dunha forma diferente», explica Mario, a la vez que habla de que no es ninguna excentricidad sino una elección. Si hay algo claro para ellos es que lo que define a Negueria no es el cliché, sino su diversidad de voces y modos de vida.

«Hai que coñecer primeiro ás persoas, sen prexuízos, e despois formarse unha opinión», añade Sabela. Su mirada no es superficial ni turística, lo que quieren es mostrar con honestidad qué significa hoy vivir en Negueira de Muñiz. Además de cómo se construyen lazos comunitarios y se impulsan proyectos que miran al futuro, como la viticultura o la apicultura.

Negueira de Muñiz es, para los autores del documental, un territorio vivo, resiliente y en constante transformación

En el proceso han contado con la ayuda de los propios vecinos, que no solo los han acogido con generosidad, ofreciéndoles lugares para dormir y comida, sino que también les han abierto sus vidas, sus recuerdos y su confianza.

Negueira de Muñiz es, para ellos, un territorio vivo, resiliente y en constante transformación. Todas las historias de las personas que viven allí merecen ser contadas con respeto.

Para Mario y Sabela, que esperan poder presentar el documental en festivales cuando esté terminado, lo más importante no es el reconocimiento externo, sino devolver las atenciones a quienes han hecho posible el proyecto: las personas que aparecen en él. Quieren que el resultado sirva no solo para mostrar una realidad compleja y desconocida en muchos aspectos, sino para dar voz a quienes raramente tienen espacio en el relato mediático.

Mario y Sabela quieren que el filme sirva para dar voz a quienes raramente tienen espacio en el relato mediático

Su trabajo no es solo una película, es también un intento de cambiar la forma en la que vemos a los demás. La riqueza de Negueira de Muñiz está, precisamente, en esa pluralidad de formas de vida que merecen ser contadas y, sobre todo, escuchadas.

Otros proyectos

Además de este documental, Mario Pereira está actualmente grabando la webserie ‘Brutalidade‘, un proyecto que él mismo define como «violento, escuro e posiblemente triste». Producida por Susana Paz y amparada por la productora Loureiras, esta webserie consta de cinco capítulos de aproximadamente 22 minutos cada uno.