El verano es época de descanso y desconexión. Son semanas que muchos dedican a viajar, conocer costumbres y culturas de otros países, pasar el día en la playa, refrescarse en la piscina o relajarse a la orilla del río, entre otros muchos planes. Gran parte de estas actividades son compatibles con muchos pasatiempos para los que no hay suficientes horas durante el resto del año, en los que los días están marcados por la rutina, el trabajo y el cansancio que todo ello conlleva.
La lectura es una de las actividades a las que más tiempo se puede dedicar en estos meses. Esta es una manera de mantener la mente activa, pero normalmente sin necesidad de mantener una excesiva concentración. Los beneficios de la lectura son muchos, especialmente si se empieza desde edades tempranas, ya que facilita el desarrollo del lenguaje, la adquisición de atención, centrarse en una tarea específica sin distraerse y la mejora de la expresividad verbal y la comprensión. Actualmente, la sociedad vive enganchada a las pantallas, a la comunicación inmediata. En este contexto, la lectura surge como un refugio a la necesidad de mantenerse hiperconectado constantemente. Se convierte en una actividad intelectual, pero también emocional, que permite concentrarse en el texto y así calmar la mente y reducir la ansiedad.
“Es literatura fácil, que se puede leer bien, engancha y no es muy densa, por lo que no hace falta tener una excesiva concentración”
— Leticia Bugía – Librería Tanco
Durante la época estival, son muchos los que incrementan su costumbre de leer y los que comienzan su adicción a sumergirse en las historias a través de las páginas. Las librerías de Ourense han visto incrementadas sus ventas durante los meses que llevamos de verano. Los turistas son el perfil mayoritario de consumidores, especialmente mujeres mayores de cincuenta años. El género más demandado es el policíaco, ya que como afirma Leticia Bugía, de la librería Tanco, “es literatura fácil, que se puede leer bien, engancha y no es muy densa, por lo que no hace falta tener una excesiva concentración”.
El reducido espacio en las bolsas de viaje y en la cesta de la playa o el peso de muchos libros, provocan que numerosos usuarios recurran a la opción de los libros electrónicos por mayor comodidad. Aún así, la experiencia de sumergirse en las páginas de los libros en papel continúa reclutando a numerosos lectores, que en este período se inclinan en mayor medida por la comodidad de las ediciones de bolsillo. “Este tipo de lectura se vende mucho en los meses de julio y agosto. Además, este año hubo promociones muy interesantes”, manifiesta Pilar Rodríguez, de la librería Padre Feijóo.
La ausencia de clases escolares durante el verano provoca que muchos jóvenes se inclinen por la lectura como una forma de entretenimiento fuera de las pantallas, hoy en día tan demandadas. “Durante esta época se vende mucha literatura para público infantil y juvenil, en parte por las lecturas obligatorias de los colegios”, apunta Alberto Estévez de La Librería. Durante la época estival, la lectura siempre es una buena opción para continuar formándose de una manera entretenida y fácil.
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