Xabi Alonso ya ha hecho suyo el vestuario del Real Madrid. Si el equipo comienza a ser reconocible, especialmente sin balón, las rotaciones que realizó en el once en Oviedo han dejado claro que no hay zona de confort para los futbolistas del equipo blanco y que la meritocracia vuelve a funcionar en el Real Madrid. Carlo Ancelotti siempre apostó por implantar una jerarquía en el grupo y lo que los argentinos llaman ‘derecho de piso’, que no es otra cosa que el tiempo que debe esperar el nuevo que llega para ganarse un puesto en un lugar que ocupa alguien con más experiencia.
En Oviedo el once blanco registró cuatro novedades con respecto al que jugó ante Osasuna en el debut. Carvajal, Rudiger, Rodrygo y Mastantuono salieron de inicio mientras Alexander-Arnold, Militao, Vinícius y Brahim fueron desplazados al banquillo. Una decisión que cambia notablemente el panorama de una plantilla que llevaba años acomodada al estilo de un Ancelotti que entregó las llaves del vestuario a los pesos pesados del vestuario con un once muy definido, y que en las dos últimas temporadas se vio obligado a mirar al banquillo y a la cantera por la plaga de lesiones.
Vinícius, algo más que una rotación
Así, Vinícius era inamovible en el once por más que hubiese decaído su aportación ofensiva. El brasileño, que no marcaba fuera del Bernabéu desde diciembre de 2024 en Bérgamo, nunca sintió amenazada su titularidad con Ancelotti. Algo que ha cambiado sustancialmente con Xabi Alonso, quien lo mandó al banquillo el día de la semifinal del Mundial de Clubes ante el París Saint-Germain (aunque la lesión a última hora de Alexander-Arnold lo rescató) y que ayer en Oviedo le sorprendió con una suplencia que digirió bien saliendo al campo a la hora de partido para dar una asistencia y marcar un gol. Maniobra que, por tanto, obtuvo el efecto pretendido en el brasileño. Este nuevo contexto también es trascendente, en el caso de Vinícius, porque le hace perder fuerza en la negociación de su renovación con el Real Madrid. El brasileño ya no tiene la sartén por el mango, después de una temporada gris y convirtiéndose ahora un jugador más en las rotaciones del entrenador.
Vinicius Junior celebra su gol ante el Oviedo en el Carlos Tartiere / AFP7 vía Europa Press / AFP7 vía Europa Press
El técnico donostiarra ha manejado con naturalidad las rotaciones en su etapa en el Leverkusen, usándolas como una herramienta que le permite dar descanso a los jugadores y al tiempo mantener implicados a todos los futbolistas en la dinámica del equipo. «Vini ha entrado muy bien en esos dos goles de la tranquilidad. Habrá partidos para todos. En el fútbol hay que entender las cosas», se limitó a apuntar Xabi al ser preguntado por las rotaciones tras el partido.
Este nuevo escenario saca de su zona de confort a los jugadores e impone la libre competencia por los puestos en una plantilla en la que se doblan casi todos los puestos a excepción de dos puestos: Courtois en la portería y Kylian Mbappé como mascarón de proa del ataque. A ellos parece que se suman como fijos de Xabi un Dean Huijsen que ya lidera la zaga, el gallego Carreras en el lateral zurdo, Tchouameni en el puesto de ancla del mediocampo, Arda con la batuta del equipo y Valverde como motor del equipo. Pero hasta estos últimos son susceptibles de pasar por el banquillo para descansar o encontrar relevo en otros futbolistas de la plantilla. La medida también tiene consecuencias como la reactivación de futbolistas que parecían aparcados en el banquillo con un rol secundario o casi residual. La aparición de Rodrygo le abre un nuevo panorama, aunque no está descartada su marcha si el Real Madrid recibe una oferta sustanciosa de la Premier antes de que acabe la semana. De hecho, hay quien apunta en los despachos que su titularidad tendría que ver con esto último.
Los señalados: Ceballos, Asencio, Mendy…
Por otro lado, también hay jugadores a los que Xabi ha mostrado la puerta de salida indirectamente con sus decisiones. Futbolistas como Dani Ceballos, que anoche colgaba en sus redes sociales el mensaje «The Last Dance». El jugador quería irse al Betis, pero el Betis ahora no cuenta con él en sus planes porque además no puede afrontar lo que exige el Real Madrid para dejarle salir. Y ante esa tesitura emerge con fuerza la posibilidad de su marcha al Olympique de Marsella, ya que el sevillano no ha querido atender a las llamadas que se han recibido de la Premier. Parece que su etapa en el Arsenal no terminó de convencerle para repetir en un fútbol con mucha ida y vuelta que exige más presencia física. Otro que ha pasado del once a la irrelevancia es Raúl Asencio, el canterano que quedó muy señalado en el Mundial de Clubes por varios errores groseros y ahora espera en el banquillo su oportunidad como cuarto central del equipo. Fran García sí está en la dinámica del grupo y Xabi cuenta con él para alternar con Carreras, mientras a Mendy se le busca destino sin suerte a falta de una semana para el cierre del mercado.
Abiertas las ventanas del vestuario y después de lo vivido en Oviedo, Xabi espera que esto aumente más si cabe la intensidad en los entrenamientos, y que la competencia por entrar en el once dispare las prestaciones de los futbolistas. Tanto de los que ven amenazados su puesto en el once como de los que se encuentran con la posibilidad de ganarse la titularidad con su desempeño entre semana. Las rotaciones de Alonso en el Tartiere han provocado un terremoto en el vestuario blanco que ha sido bien recibido, en general, por los jugadores y en los despachos, donde aplauden que el tolosarra ponga en valor la profundidad de banquillo de la plantilla blanca. Además, con este movimiento Xabi se ha ganado aún más respeto de los futbolistas que ven que el técnico no se casa con nadie y respalda con hechos lo que predica en Valdebebas.