El comienzo del curso escolar está a la vuelta de la esquina. En menos de dos semanas, el lunes 8 de septiembre, los estudiantes tendrán que decir adiós a las vacaciones y reincorporarse a la rutina.
Para muchas familias el inicio del curso escolar supone un alivio ya que, a menudo, resulta complejo compaginar la crianza con la vida laboral en los meses estivales. Sin embargo, la preparación de las familias para la vuelta al cole, no produce sentimientos solo positivos, al tener que echar las cuentas para adquirir los libros de texto y el material escolar que cada curso se encarece.
Alfredo Ibáñez lleva cuatro veranos tras el mostrador de la librería Eixo de Ourense, y es testigo de cómo cada año suben los precios de los libros. Los más caros son los de primaria, y «desde el año pasado han subido dos o tres euros más o menos de media cada libro», detalla.«Es mucho», admite, «yo lo noto muchísimo, desde que estoy aquí a lo mejor han subido diez euros en cuatro años», expresa, aunque matiza que depende de la editorial y la familia.
Al preguntarle por el último pedido, Alfredo menciona un padre que poco antes «vino con sus dos hijos a comprar libros para el curso de ambos y se dejó sobre 500 euros».
Luana Rodríguez, que trabaja en la papelería Carlin desde hace prácticamente un año, también destaca el aumento del coste. «No solo en libros, en material escolar en general, todo», expresa rodeada de bolis de colores y mochilas cuyo valor ya supera según el tamaño hasta los 30 o los 50 euros.
Así, su compañera Lucía González, que lleva trabajando desde hace tres años en la misma papelería, señala que «cada vez llega más gente con el vale de la Xunta o el Concello, pero aún así…».
Otro añadido es el material escolar, bolígrafos, rotuladores, subrayadores… Todo suma por mínimo que parezca el gasto, y cada vez hay más variedad donde elegir.
«Todos los años se vende mucho material escolar», relata Luana, «da igual que ya tuvieras el par de lápices y el par de bolígrafos antes. Por eso el vale también ayuda mucho, porque al final acabas metiendo ese par de bolígrafos a la bolsa».
En un contexto en el que la demanda apenas fluctúa al tratarse de, en su mayoría, una compra obligatoria, el gasto ahoga a muchas de las familias, en especial a aquellas que tienen más de un hijo. Así, curso tras curso, se ha normalizado el aumento de precios que trastoca muchas economías familiares. De hecho, son cada vez más los que recurren a la compraventa de libros de segunda mano.
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