El uso de agua en proyectos industriales de gran escala promovidos en Aragón genera una creciente controversia al tratarse de un recurso crítico en tiempos de cambio climático. Los centros de datos están en el punto de mira de comunidades locales y colectivos ecologistas por el impacto en los recursos hídricos, especialmente en áreas propensas a la sequía, una crítica que las empresas tecnológicas combaten asegurando trabajar en soluciones sostenibles, con sistemas de refrigeración más eficientes, además de destacar los beneficios económicos de sus inversiones. El debate vuelve a situar a Calatorao en el centro de la conversación por el campus de datacenters que impulsa Blackstone en este municipio a través de QTS, su filial especializada en este suculento negocio.
La publicación del Plan de Interés General de Aragón (PIGA) del bautizado como proyecto Rhodes, aprobado inicialmente por el Ejecutivo autonómico, ha permitido poner negro sobre blanco en este asunto. La documentación ambiental y urbanística aporta datos precisos sobre el consumo estimado de agua que tendrá el futuro complejo, que será de 701 metros cúbicos al día de agua potable (256.000 al año), es decir, unos 701.000 litros diarios (256 millones anuales).
Así se prevé que sea cuando el campus funcione a plena capacidad con los ocho centros de datos planificados en la primera fase, que suman una potencia instalada de 650 megavatios (MW). La cifra que equivale prácticamente al consumo actual de todo el municipio de la comarca de Valdejalón, lo que supondrá duplicar la demanda de agua del pueblo.
El consumo de un pueblo de casi 6.000 habitantes
De acuerdo con el Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo (SINAC), Calatorao tiene una dotación media de 269,81 litros por habitante y día, con una población abastecida de 2.836 vecinos censados. El resultado es un abastecimiento total de 765.000 litros diarios, similar a la que necesitará cada día el complejo de servidores informáticos.
En términos prácticos, la llegada del proyecto Rhodes implicará que el sistema de abastecimiento de Calatorao deba responder a una demanda equivalente a abastecer a una población de casi 6.000 habitantes, el doble de la actual. En comparación con la actividad agrícola, muy arraigada en la zona, esta cifra equivale al consumo de unas 58 hectáreas de regadío, una cantidad reducida si se considera que Aragón cuenta con unas 400.000 hectáreas de regadíos tecnificados.
En relación con otros macroproyectos del sector, el de QTS/Blackstone supone una tercera parte del consumo estimado por Amazon Web Services (AWS) para la expnasión de sus centros de datos en Aragón, que se sitúa en unos 755 millones de litros al año, un volumen equivalente también a la mayor envergadura de la inversión, con una capacidad máxima que se prevé que llegue a 1.623 MW.
Ampliación de la potabilizadora
En cualquier caso, el abastecimiento de la infraestructura de Blackstone está garantizado. La localidad dispone de una planta potabilizadora con una capacidad de 1.600 m³ al día, pero el ayuntamiento tiene ya prevista su ampliación en 800 m³ al día, lo que permitirá superar los 2.400 m³ diarios.
Según un informe municipal, esa mejora será suficiente para cubrir la demanda adicional del campus tecnológico, estimada en 700 m³ al día. No obstante, desde el consistorio destacan en ese mismo documento que esto requerirá de mayores inversiones en su infraestructura del ciclo del agua, por lo que sugieren al inversor que asuma esos incrementos de costes.
El trazado de la conducción de abastecimiento tendrá 9,5 kilómetros, con un cruce bajo la A-2 mediante un tubo de hormigón armado de 2,5 metros de diámetro, y contará con una estación de bombeo para salvar el desnivel hasta los depósitos de la parcela de Rhodes.
Desde la compañía recalcan que el proyecto Rhodes está comprometido con el uso responsable del agua. Una vez en operación, aseguran que el consumo de recursos hídricos para el sistema de refrigeración del centro de datos será «nulo».
Según explican desde QTS, el diseño de refrigeración sin agua (Water Free Cooling) que se aplicará utiliza equipos que, una vez operativos, no extraen, consumen ni descargan agua durante la refrigeración. Este tipo de sistema utiliza circuitos cerrados en los que el agua se recircula. Para garantizar un control riguroso, se incorporan además sistemas de medición detallados con contadores en las entradas, salidas y puntos críticos de consumo.
Cuatro días de autonomía en depósitos propios
Dentro del recinto se proyecta un depósito doble de 2.980 m³, con capacidad para más de cuatro jornadas de consumo del centro de datos. Estos depósitos servirán también para alimentar la red contra incendios y el riego de las instalaciones.
En materia de saneamiento, el proyecto descarta conectarse directamente a la red de Calatorao para no sobrecargarla. Las aguas residuales se bombearán hasta la Estación de Depuración de Aguas Residuales (EDAR) de La Almunia de Doña Godina, que da servicio a varias localidades del Jalón y está dimensionada para 28.350 habitantes equivalentes, frente a los 19.745 que procesa en la actualidad.