Los mercados de Europa abrieron con cautela tras volver a descubrir la crisis en Francia, y es que el primer ministro François Bayrou, enfrentará una moción de confianza el 8 de septiembre del presente año. Esta situación definitivamente encendió el temor frente a la idea de un cambio de gobierno y esto golpeó con fuerza al CAC 40 de París, retrocediendo un 1,5%, contagiando al resto de las bolsas europeas, recordemos que de cierta forma todas ellas están interconectadas.

Yéndonos al otro polo del atlántico, la atención se centra en Estados Unidos. El presidente Donald Trump ordenó destituir a la gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook. Esta medida por supuesto generó inquietud y cierta duda respecto a la independencia del Banco Central.

En este orden, los analistas advierten que este movimiento aumenta también en este lado del mundo la percepción del riesgo político, lo que podría alterar la política monetaria del país justo en un momento en el que los mercados siguen buscando señales sobre los próximos avances de la Fed frente a la inflación.

En este contexto de incertidumbre, entonces tenemos que el Ibex-35 cayó un 0,96%, hasta situarse alrededor de los 15.100 puntos, con retroceso en sus principales valores. Por otro lado, los bancos BBVA y Santander liderados por las pérdidas, mientras que Iberdroa, Inditex y Telefónica también contribuyeron a la presión bajista.

Entendiendo esto, el descenso permite que el índice entre en una posición frágil, cerca de los 15.000 puntos, lo que genera dudas sobre su capacidad de mantener el ritmo alcista de las pasadas semanas. Poner en foco en las criptomonedas más rentables puede ser una buena opción.

El panorama negativo se mantuvo en otras plazas, y es que el Euro Stoxx 50 bajó cerca del 1%, el FTSE 100 de Londres retrocedió un 0,6% y el DAX alemán cedió un 0,4%. Esta reacción que podemos definir como coordinada, muestra que los inversores están actuando con cierta cautela frente a ese aumento de la tensión tanto económica como política en ambos polos del mundo.

En fin, la caída del Ibex es una reacción que refleja desconfianza y búsqueda de seguridad entre los inversores. Es evidente que la combinación de la crisis francesa y la presión de Trump sobre la Fed, encendió las alarmas y creó un panorama de volatilidad en los mercados europeos y las nuevas criptomonedas.

Hasta entonces, la estrategia de los inversores está clara y se trata de reducir la exposición a la renta variable y tomar refugio en activos más estables, al menos hasta que el panorama político y económico se aclare.