El comienzo del mes de septiembre trae consigo como cada año la sustitución de los bañadores, las sombrillas y las toallas de playa por los … libros, las mochilas y los estuches que comienzan a llenar los escaparates de librerías, papelerías y tiendas especializadas. Se trata de la temida ‘vuelta al cole’ que ya amenaza los últimos días estivales.

Un retorno a las aulas que supone un gasto importante para la economía de las familias que tienen que afrontar, en algunos casos, hasta 2.000 euros por hijo. A los libros y el material escolar hay que sumar también los uniformes, la ropa deportiva y una infinidad de accesorios que engordan una cuenta final, que este año es superior a la de 2024.

La subida de los precios y la inflación se deja notar también en el retorno a los colegios y los padres ya se preparan para afrontar uno de los desembolsos más importante del año para sus bolsillos. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) estimó que el gasto medio por alumno en el curso 2024-2025 alcanzaría los 2.588 euros, y para este nuevo curso 2025-2026 se prevé que aumente aún más.


La OCU recomienda hacer una lista con lo que ya se tiene en casa


La demanda de libros de texto de segunda mano se dispara

Esta cifra incluye matrícula, comedor, actividades extraescolares, transporte y material escolar. Según la OCU, el gasto medio oscila entre los 400 y los 2.000 euros por hijo dependiendo del centro escolar, las actividades extraescolares, la necesidad de transporte o el servicio de comedor. Los expertos destacan que es importante planificar estas compras con tiempo y no esperar a última hora.

Aunque muchos padres optan por adquirir todo lo necesario una vez acaba el curso, a últimos de junio o principios de julio, lo cierto es que aún en día la gran mayoría optan por dejarlo para septiembre. Es la primera semana de este mes cuando más compras se concentran. También hay quien prefiere adquirir ahora lo más urgente y posponer para más adelante lo demás fraccionando así los pagos.

El margen desde que se encarga el pedido hasta que se recibe es de una semana, por lo que los alumnos que empiezan el próximo lunes 8 de septiembre (los de Educación Infantil y Primaria) cuentan con menos margen que los alumnos de Educación Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional que lo harán el 15.

La vuelta al cole es un gasto fijo y previsible, por lo que se recomienda que esté planificado para poder abordarlo de la mejor forma posible y evitar un descalabro en la planificación de la economía doméstica. Por eso, se aconseja realizar muchas compras durante las rebajas de verano, fecha en la que se puede encontrar la ropa o el calzado rebajado.

En cuanto a los libros, este año se ha registrado una menor subida ya que el incremento se produjo el año pasado, cuando las editoriales efectuaron renovación de los libros y sacaron las nuevas ediciones. Los libros cuestan una media de 35 euros y se puede llegar a necesitar hasta más de una decena, lo que encarece la suma.

«La campaña está siendo más o menos como años anteriores. Hay gente que se adelanta mucho y les pide el mismo día que acaba el curso y otros que lo pedirán después de la semana de fiestas. Hay de todo. Este año al no haber cambio de editoriales es todo más fácil y no hay tanto jaleo», explica Juan Carlos Maté, de la Librería Amarilla de Palencia.

En cualquier caso, las peticiones específicas de cada centro escolar determinan el gasto que deberán realizar los padres, ya que hay colegios que exigen más libros que otros o un mayor número de lecturas. Lo mismo ocurre con el material, como los rotuladores o cuadernos.

Maté sostiene que hay lotes de más de 400 o 500 euros dependiendo de todas las lecturas o cuadernillos que se pidan complementarios al libro. «También influye la lista de material que ponga cada colegio que puede ser más o menos cara. Hay bastante diferencia de unos centros a otros en la capital».

En cuanto a este material mencionado, «la mayoría de los alumnos lo renuevan anualmente porque lo han gastado o se ha ido deteriorando con el paso del curso. Igual que los libros, lo que piden y el importe depende mucho del centro y del colegio en concreto», subraya el librero.

Menos lecturas complementarias

La irrupción del libro electrónico y de las tabletas hace unos años ha supuesto la caída de la venta de las lecturas que tradicionalmente se compraban antes y durante el curso para complementar así algunas asignaturas como podía ser lengua, literatura o inglés y francés. Así lo constatan desde la librería Del Burgo, donde aseguran que actualmente trabajan con un 10% de este negocio respecto a lo que hacían antes cuando eran muchas más las peticiones que recibían de lecturas.

Javier Rodríguez, responsable de esta céntrica tienda de libros, asegura que «nosotros apenas trabajamos con libros de texto, sí que hay quien viene y nos lo encarga y se lo traemos, claro, pero nada más. Antes sí que teníamos un importante número de ventas de libros y de lecturas, pero desde hace un tiempo esto ha desaparecido casi al completo y es algo muy residual para nosotros. El descenso ha sido muy acusado, no hay duda».

Venta de libros en los centros

Además, el sector afea el hecho de que en algunos colegios se venda directamente los libros perjudicando así esta venta en las librerías de la ciudad que se ven afectadas. Es el caso de algunos centros concertados que posibilitan a los padres la adquisición de todo este material desde el propio colegio y sin necesidad de acudir a ningún establecimiento para ello. «No deberían vender de ninguna de las maneras, porque ellos no tienen una licencia para vender libros. Igual que tú necesitas una licencia para poner un bar, para poner una librería, para poner una zapatería y tienes que darle de alta en una actividad económica, pues ellos están dados una actividad que es la de enseñanza, no la de venta de ningún artículo. Eso para empezar», afirma Maté.

Y agrega, «que cada uno compre los libros donde le parezca y donde quiera, pero que estemos todos en igualdad de condiciones. Además, es un servicio que luego les damos, porque cuando les falta algo durante el curso acuden a nosotros. En cuanto a eso, pues también se debería de contar con las librerías».