Hasta hace no mucho tiempo pensar que un jugador vallisoletano volvería no solo a vestir la camiseta de la selección española absoluta de baloncesto sino a ser uno de los ‘doce elegidos’ para disputar un Eurobasket, parecía una utopía. El último fue Fernando San Emeterio, de la generación del 84, cántabro de nacimiento pero vallisoletano de adopción y… formación. Sergio de Larrea, sin apenas a cumplir los 20 años, es el encargado de derribar ese muro de la lógica de llegar a la cima, de hacer realidad ese sueño utópico que todo niño tiene en su cabeza cuando comienza a jugar al minibasket en su colegio. Sergio de Larrea, ‘Larry’ es el elegido por Sergio Scariolo para llevar los destinos de España en este Eurobasket que arrancó este miércoles en Letonia, Finlandia, Chipre y Polonia.
Sergio de Larrea, como lo fueran antes los tres antecesores ‘vallisoletanos’ (de nacimiento o adopción) que disputaron un Eurobasket, es de esos jugadores que desde pequeño se porfió y se vaticinó sin ningún miedo a que podía llegar a la elite. Lo hicieron antes José Luis Llorente, salido del colegio Lourdes rumbo desde pequeño al Real Madrid. Lo hizo el ‘gigante’ Silvano Bustos desde sus 210 centímetros de altura en el colegio San José. Y lo hizo Fernando San Emeterio desde Maristas CB tras ser proclamado mejor jugador de minibaket en el Campeonato de España de selecciones autonómicas en 1997.
Ahora y tras muchos años de espera, de puntillas y sin hacer ruido, desde sus 198 centímetros, el joven base del Valencia Basket, asumirá la responsabilidad de llevar las riendas de España en este Eurobasket en el que la ‘Familia’ se mide a partir de las 14.00 horas de este jueves a Georgia en la sede chipriota de Georgia.
De Larrea es el cuarto vallisoletano en disputar un Eurobasket, un Campeonato de Europa defendiendo la camiseta de la selección española absoluta. El listón está muy alto. Los tres antecesores, ‘Joe’ Llorente, Silvano Bustos y Fernando San Emeterio, se colgaron de sus cuellos preseas. Los dos primeros en el baloncesto todavía casi en blanco y negro de los años 80 y 90. ‘Saneme’ ya con la generación de oro de los Gasol, Navarro y compañía.
Sergio De Larrea ve como los acontecimientos se suceden y llaman a su puerta quizás con demasiada antelación aunque en su favor está la madurez impropia de su edad que le hace soportar tan terrible peso con apenas 19 años. El base vallisoletano, como sus antecesores, con la cabeza muy bien amueblada, algo sin duda determinante, supo esperar en ‘su’ querido colegio San Agustín a que la fama (Valencia Basket ACB) llamara a su puerta. Después debutó en la ACB y en la Euroliga, convertirse en la ‘niña de los ojos’ de Sergio Scariolo, que ve en él al ‘base del futuro’, antes de saber decir no a ser drafteado por la mismísima NBA.
De Larrea es consciente de que la oportunidad que le brinda la selección es única para codearse con las megaestrellas Antetokounmpo, Nikola Jokic, Franz Wagner o Luka Doncic, sabiendo que la nueva España que él lidera, en plena etapa de transición, por primera vez desde hace muchos muchos años, lejos de los aspirantes a medalla, tendrá que luchar con la pesadísima losa de llevar la friolera de once semifinales consecutivas disputadas en la historia reciente del Eutobasket, diez de ellas con medalla.
Pero… ¿quién dijo miedo? El ‘cuarto vallisoletano’ en un Eurobasket, con solo 10 internacionalidades sobre su aún tierna espalda, quiere seguir creciendo. Porque enfrente se medirá a otros bases de gran calibre como Marco Spissu, Darius Thompson, Kamar Baldwin, Schroder… Palabras mayores.