27/07/2025
Actualizado a las 16:50h.
Marca goles en el Gotham, una ciudad ficticia que solo existe en los cómics DC y es famosa por ser el lugar en el que reside Batman. Del mismo lugar que el justiciero enmascarado viene Esther González (Huescar, 1992), que hizo las maletas para cumplir el sueño americano español en la NWSL, históricamente la mejor liga femenina de fútbol del mundo, tras conquistar el Mundial – como una de las capitanas del equipo -en el que La Roja tocó el cielo en las Antípodas.
La granadina tiene claro que ha llegado donde está a base de currárselo de verdad. Fue la gran olvidada de Montse Tomé en el éxito de la Liga de Naciones y en la decepcionante participación en los Juegos Olímpicos de París. Ahora la futbolista ha vuelto a recuperar la sonrisa con la campeona del mundo, con quien estuvo cerca de un año sin acudir a ninguna convocatoria.
Esther González y el trono de Jennifer hermoso
A sus 32 años – la más pequeña de cuatro hermanas -mantiene la ilusión y ambición intactas para seguir engordando récords goleadores, con unos números de asombro. Suma ocho dianas en los últimos ocho partidos disputados con la camiseta de España. El dato es más impresionante aún si se tiene en cuenta que lo ha hecho en 424 minutos, es decir, uno cada 53 minutos.
Reivindica la figura clásica de ariete y llega a la final contra Interra siendo la pichichi actual de la Eurocopa con cuatro goles, uno más que Alexia Putellas, y pisa los talones a Vero Boquete como segunda máxima goleadora histórica de la selección femenina. La andaluza lleva 37 tantos en 53 partidos con España, uno menos que la histórica futbolista gallega. Con su nivel parece fácil que la pille. Lo que parece un imposible es alcanzar la marca que tiene Jenni Hermoso, excluida del torneo europeo por Montse Tomé, y que lidera la lista con 57 tantos en 123 partidos.
Estudios y orígenes de Esther González
Esther empezó jugando en su pueblo, siempre compitiendo en ligas mixtas desde muy joven, como muchas otras futbolistas, y destacando como goleadora. Posteriormente, se unió al C.D. Algaidas, en la provincia de Málaga (Segunda División Femenina), viajando hasta 250 km desde Huéscar (Granada) para entrenar con apenas 14 años. Dejando entrever su compromiso y devoción por el deporte desde pequeña, las adversidades no pudieron con ella como tampoco lo hacen ahora en plena madurez, a sus 32 años. Su padre, dedicado a la pintura, se encargaba de llevarla y traerla.
«Simplemente tengo que disfrutar de lo que hago. Estoy en un momento de confianza increíble y siento que no le tengo que demostrar nada a nadie», destacó recientemente la futbolista, que a los 16 fichó por el Levante UD, con el que debutó en Primera División en 2009 contra Valencia CF. Desde entonces, Esther ha luchado siempre por ser mejor. En el club granota anotó 29 goles que la llevaron al Atlético de Madrid, con quien anotó 86 y ganó tres Ligas, y posteriormente fichó por el Real Madrid (39 goles), donde se convirtió en la máxima goleadora histórica del club blanco y logró el sueño de niña. «Mi meta es jugar en el Real Madrid femenino», dijo a un medio local cuando sólo tenía 11 años.
La jugadora y empresaria – es una de las socias de ‘The Goldness’, un centro de entrenamiento personal ubicado en Madrid – imparte justicia en el área, y este 2025 su olfato está más de dulce que nunca: 19 tantos desde que comenzó el año entre su club de Nueva York y La Roja femenina.
«Mi vida depende de cómo estoy fuera del fútbol y creo que soy una persona muy equilibrada. Tengo una familia estructurada y una pareja maravillosa», cuenta en una entrevista la futbolista, que dice encontrar la tranquilidad en la lectura, pero no en los cómics del superhéroe hombre-murciélago sino con la fantasía de Rebecca Yarros. También apunta haber leído miles de libros de autoayuda y desarrollo personal. «Nunca he trabajado con un psicólogo. No sé si en algún momento lo necesitaré», admite.
Le queda un año y medio para finalizar la carrera de fisioterapia y vive a tan solo media hora de la loca Gran Manzana neoyorquina, a la que aterrizó sin saber inglés, como ella misma ha reconocido en alguna entrevista, y jugará el próximo Mundial de Clubes femenino con el Gotham tras vencer al Tigres UANL de Jenni Hermoso en la final de la Concachampions Femenil.
«Mis números son fruto de una trayectoria, nada es casualidad», apunta la granadina, que dice fijarse fuera del campo siempre en su madre, quien le ha inculcado «el trabajo, la constancia y nunca bajar los brazos».
Reportar un error