Ahora, el ensayo DEPRE’5, que ha sido publicado en The British Journal of Psychiatry, ha analizado las alternativas cuando estos fármacos no son eficaces con un grupo de 257 personas con diagnóstico de depresión mayor e insuficiente respuesta a un ISRS. Un equipo liderado por los jefes de grupo del área CIBER de Salud Mental …
Ahora, el ensayo DEPRE’5, que ha sido publicado en The
British Journal of Psychiatry, ha analizado las alternativas cuando estos
fármacos no son eficaces con un grupo de 257 personas con diagnóstico de
depresión mayor e insuficiente respuesta a un ISRS.
Un equipo liderado por los jefes de grupo del área CIBER de
Salud Mental (CIBERSAM), Víctor Pérez Sola, jefe del Servicio de Psiquiatría
del Hospital del Mar, y José Luis Ayuso, de la Universidad Autónoma de Madrid,
comparó cinco estrategias terapéuticas: optimización de la dosis del ISRS
(grupo control); cambio a venlafaxina (otro antidepresivo); la combinación con
litio (estabilizador del ánimo) o con nortriptilina (antidepresivo tricíclico),
o adición de psicoterapia centrada en resolución de problemas.
Aunque no se encontraron diferencias estadísticamente
significativas entre todos los grupos, los abordajes con resultados más
consistentes fueron el cambio a la venlafaxina y la combinación con
psicoterapia, que además presentó menos efectos secundarios.
Según destaca el Dr. Mikel Urretavizcaya, jefe de sección
del Servicio de Psiquiatría del Hospital de Bellvitge e investigador del
IDIBELL, «los resultados del ensayo pueden contribuir a evitar los efectos
de la inercia terapéutica, remarcando que muchas veces es mejor pasar a un
segundo tratamiento que esperar».
En esta misma línea, el Dr. Victor Pérez considera que un
enfoque personalizado, que combine medicación y psicoterapia, puede marcar una
gran diferencia en el manejo de la depresión.
El trabajo se ha diseñado como un ensayo multicéntrico con
evaluación ciega, siguiendo los estándares internacionales de investigación
clínica. Se ha desarrollado en diez hospitales del Sistema Nacional de Salud
(SNS), entre ellos el Hospital de Bellvitge, con financiación del Instituto de
Salud Carlos III.
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