Las vacas de la ganadería de Rodolfo Gallego han protagonizado en la tard de este jueves el segundo de los encierros urbanos programados dentro de la feria taurina de las Fiestas de San Agustín.
Han sido tres los astados de diferente juego y presencia los que se han soltado desde los corrales de la plaza de toros y que han «merodeado» en idas y venidas durante un tiempo cada una el recorrido habitual del encierro, a lo largo del que han propiciado momentos de disfrute, adrenalina y riesgo, sobre todo, cuando, en varias ocasiones, todas han subido las escaleras del Hospital de la Cruz, donde se refugiaban algunos aficionados.
Los más valientes, de todas las edades, citaron a las vacas a lo largo del recorrido y les hicieron algunos recortes y quiebros.