La Vuelta puede presumir por encima del Tour y del Giro de las contrarrelojes por equipos. La incluyó desde su cuarta edición, en 1942, y … apuesta por ella como nadie. En otras rondas es invisible. En Figueras tenía una misión doble. Saldar una deuda con las tierras más orientales de la Península Ibérica. Girona era la única capital de provincia que no había acogido una meta. Tampoco había apenas visitado el alto del Ampurdán. La otra, empezar a dar más pistas para la general, que se mantiene muy igualada.

Jonas Vingegaard vuelve a ser el líder de la carrera pero el Visma fue batido por el UAE. Su piedra en el zapato. Ayuso y Almeida se han compenetrado bien para detener el reloj ocho segundos antes que el danés. Un golpe de moral. «Sirve para el ambiente», reconoce Almeida. Se quedan, ambos, a otros ochos segundos. Al acecho antes de la primera etapa de montaña. Andorra espera con lluvia y frío.

En poco más de 25 minutos de esfuerzo, se logran diferencias similares que en etapas de cinco horas. El UAE fue el más rápido: el Visma se dejó 8 segundos. 9 el Lidl-Trek de Ciccone. 12 el RedBull-Bora. 16 el Ineos de Bernal. 17 el Decathlon de Gall y el Movistar, que confirma sus progresos pese a no tener un líder. 24 el Groupama-FDJ de Gaudu, que devuelve el maillot rojo. Los demás ya cedieron más de medio minuto, especialmente reseñable los 44 segundos del Jayco de Ben O’Connor y los 48 del Soudal de Landa, que empieza a despedirse de los primeros puestos para acercarse a su objetivo: ganar un etapa.

El ejercicio de la crono por escuadras es lo más cercano a la perfección. Una prueba para los riñones, una demostración de fuerza, tecnología, trabajo, poco espacio para el azar, y una exposición de cascos aeroespaciales. Cada vez más anchos, más aerodinámicos, poco convencionales. Campenaers, compañero de Vingegaard, es un obseso de la aerodinámica desde hace años. En 2019 se fue hasta Aguascalientes (México) para batir el récord de la hora. Lleva un casco distinto a los demás. Se afeita el vello de la nariz, aunque ahora lleva bigote. Vistas las diferencias de la crono, la victoria no se decidió por los pelos.