Nunca, hasta este año, al grupo parlamentario del PSOE le había preocupado lo más mínimo que la Diada coincidiera con el pleno del Congreso. De hecho, tal como recuerda un veterano diputado de la extinta CiU a ABC, «antes nos tocaba ir» sin ninguna … excepción a la sesión plenaria de ese día.

Pero este año, con una debilidad parlamentaria importante, con votaciones dependiendo de lo que haga un solo diputado o de la ausencia de un parlamentario en el pleno, el PSOE utiliza la fiesta autonómica de Cataluña como excusa para pedir la suspensión del pleno por respeto a la Diada.

La petición de los socialistas, que se debatirá en la próxima junta de portavoces del martes que viene, tiene muchos visos de ser aceptada. A fin de cuentas, aunque no le han pedido tal gesto al PSOE, a ERC, a Junts y a los Comuns -la filial catalana de Sumar-, les agrada la iniciativa de obligar a los 350 parlamentarios a librar por la celebración de la Diada de Cataluña.

Junts siempre se ausenta para la Diada

Pero más allá de la razón esgrimida por los de Pedro Sánchez para justificar su petición, una argumentación que no se sostiene mirando su postura en el pasado y teniendo en cuenta que, cuando la Mesa de la Cámara fijó el calendario de sesiones ya sabían que era la Diada, su deseo de suspender la sesión plenaria prevista en el calendario tiene más que ver con esa debilidad parlamentaria.

Los jueves son el día de votación en el Congreso y, el 11 de septiembre, los diputados deberían votar distintas cuestiones, entre ellas la convalidación del Real Decreto Ley (RDL) 9/2025, aprobado en el último Consejo de Ministros de 29 julio de 2025, por el que se amplía el permiso por nacimiento y cuidado del menor a 19 semanas retribuidas.

El reglamento establece que el Gobierno dispone de 30 días hábiles desde que se promulga para la convalidación de un decreto-ley, de lo contrario este decaería y los efectos del mismo dejarían de estar en vigor.

Teniendo en cuenta que este RDL se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el día 30 de julio y que entró en vigor el día 1 de agosto, el jueves 11 de septiembre sería el día máximo para su convalidación, tal como han confirmado fuentes al más alto nivel del Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes a este periódico.

De no modificarse las sesiones plenarias, pues, el Gobierno podría perder la votación, convirtiéndose este real decreto ley, con medidas estrellas del ministerio liderado por Yolanda Díaz, en el séptimo en ser rechazado por el Congreso. Y es que, se suspenda o no el pleno del día 11 de septiembre, lo único seguro es que los siete diputados de Junts per Catalunya no estarán sentados en su bancada del Congreso.

Desde que la actual portavoz independentista, Míriam Nogueras, se hiciera cargo del grupo parlamentario, los representantes de Carles Puigdemont siempre se ausentan del pleno cuando en Cataluña se celebra la Diada. No así ERC, con Gabriel Rufián a la cabeza, que generalmente sí acude al pleno pese a la conmemoración del día de la comunidad autónoma.

Es por esa ausencia de Junts que, en cualquier votación que se produzca en esa jornada, al Ejecutivo le falten los siete votos de sus socios. De ahí que el PSOE quiera suspender la sesión de esa jornada para que la votación se produzca el miércoles a mediodía.

De esta manera, Nogueras y sus compañeros de grupo tendrán tiempo de viajar a Barcelona, participar en el acto institucional que año tras año se celebra la noche anterior a la Diada y el día 11 estar presentes en la ofrenda floral a Rafael de Casanova y los actos de partido y del movimiento separatista.

Ese día también declara Begoña Gómez

Otro compromiso marcado en la agenda para esa jornada, además de la Diada que provocará que varios diputados no estén en su puesto de trabajo, es la declaración de la esposa del presidente, Begoña Gómez, ante el juez Juan Carlos Peinado.

El magistrado que la investiga desde hace meses por varios delitos la citó hace unos días como investigada por un quinto delito, el de malversación, por la contratación por parte de Presidencia de su asesora, Cristina Álvarez, para que le ayudase en temas profesionales y personales al margen de su papel como esposa del presidente del Gobierno.