Carlos Ortega tomó una decisión difícil en el verano de 2023 al retirar la capitanía a Gonzalo Pérez de Vargas tras conocerse que no renovaría y dar el brazalete a Dika Mem, un jugador que llevaba ya más de un lustro en el Barça desde que llegó con la mayoría de edad recién cumplida en 2016 procedente del Tremblay galo.
Ahora recuperándose de su grave lesión ya en las filas de un THW Kiel con el que sueña con debutar en diciembre o ya después del Europeo, el portero también había sido un buen capitán desde que heredó el brazalete de Raúl Entrerríos, quien lo tomó de Víctor Tomàs tras su retirada forzosa por un problema cardíaco en 2020 y por un Covid que le impidió despedirse en la pista.
Dika Mem es uno de los mejores jugadores del mundo desde hace ya varios años y destaca tanto por su talento en la pista como por su calidad humana y su normalidad fuera de ella. El lateral derecho es un enamorado de la cantera y trata con mimo a todos los jóvenes que suben desde el Barça B.
Dika Mem, un líder con mayúsculas / EFE
Engrandeciendo un brazalete que también llevaron mitos como Enric Masip, David Barrufet o Raúl Entrerríos, el parisino ya demostró su grandeza al ser elegido capitán por el técnico. «Habría preferido dar este paso adelante por otro motivo, pero sé que ahora es momento de ayudar a los jóvenes y de hacer que el vestuario siga unido», comentó.
Renovado hasta 2027 y consolidado como un referente del barcelonismo, Dika Mem tiene la capacidad de controlar todos los detalles incluso en plena pretemporada. El último detalle se produjo el pasado martes en la final de la Supercopa de Catalunya en la que el Barça derrotó al Fraikin Granollers por 38-25.
La dirección deportiva y Carlos Ortega sorprendieron al dar ficha del primer equipo a Oscar Grau, un jugador ‘bajito’ (1,83 m) que ha maravillado por su capacidad de trabajo en las categorías inferiores del club y de la selección española. Y eso que a sus 21 años ya ha tenido que superar varias lesiones serias.
Oscar Grau lo dará todo en cada minuto / JAVI FERRÁNDIZ
El hijo del emblemático Oscar Grau (su ‘2’ cuelga del Palau) jugó muy buenos minutos en defensa en la segunda parte, pero lo que no se esperaba es el regalo que le tenía preparado Dika Mem. El francés se echó a un lado y le dijo que levantase la Supercopa de Catalunya. El joven catalán lo hizo con enorme alegría.
Por estos detalles es tan querido el francés en el vestuario y este respeto que muestra por los jóvenes también es importante para que vayan creciendo. Y eso que Grau ya es la resiliencia personificada. Tan solo hay que ver cómo defiende, con las piernas flexionadas y saliendo hasta los ocho metros. Le falta altura… pero lo mismo le pasaba a su padre y miren adónde llegó.