Novak Djokovic está batiendo todas las marcas posibles. A sus 38 años tiene ya 24 Grand Slam, el último conseguido en septiembre de 2023, y puede lograr el 25 en pocos días. Este miércoles, frente a Sachary Svajda, en la segunda ronda del US Open, logró romper tres récords de un plumazo tras cerrar un marcador favorable de 6-7(5), 6-3, 6-3 y 6-1.
Sin ir más lejos, el serbio igualó el récord de 191 victorias en pista dura de Grand Slam que ostentaba Roger Federer. Además, gracias a esta nueva victoria, el serbio ya es el tenista con más presencias en tercera ronda de los majors, con 75, una más que Roger Federer y también es el tenista que más veces ha participado en la tercera ronda del Abierto de los Estados Unidos (19).
Ahora, Djokovic tiene otras prioridades, como no puede ser de otra manera, la fundamental es la familia y ya dejó entrever que le duele la idea de perderse el octavo cumpleaños de su hija Tara. Se lo perderá si alcanza los cuartos. «Espero que no pase de nuevo», dice. Aún así, el serbio es el único del Big Four que se mantiene en pie y será por algo.
Cierto es que Djokovic compite en Nueva York con la mirada puesta en un hito: conquistar su 25º título de Grand Slam y afianzarse como el tenista más laureado de la historia. Además, con cuatro trofeos del US Open en su palmarés (2011, 2015, 2018 y 2023), aspira a igualar el récord de cinco títulos individuales masculinos en la Era Abierta, compartido por figuras como Jimmy Connors, Pete Sampras y Roger Federer.
Encuentro irregular y sin ritmo
A pesar de ser uno de los mejores tenistas de la historia, Djokovic tuvo que sudar para poder vencer a Svajda. De hecho, el estadounidense, el 145 de la ATP, le ganó el primer set y nunca se rindió. Djokovic reaccionó a partir de la primera rotura, en el sexto juego de la segunda manga.
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Al inicio del tercer set, Svajda, de 22 años, parecía fundido y tuvo que pedir la presencia del fisioterapeuta. Recibió masajes en ambas piernas. No hay que olvidar que el balcánico llegó al Abierto sin rodaje en la gira americana de pista dura y se está notando. Su último partido oficial había sido el 11 de julio en las semifinales de Wimbledon.
Después de este pequeño parón, Novak perdió el saque en el cuarto juego y su rival se situó con 3-1 y servicio. Era un momento clave en el partido y el número siete mundial supo darle la vuelta encadenando cinco asaltos, que fueron ocho si se cuentan los tres primeros de la cuarta manga.