Ángel Gómez Fuentes

28/08/2025


Actualizado a las 20:13h.

La indignación se ha transformado en clamor político, judicial y social en Italia. En apenas unos días, dos plataformas digitales -el grupo de Facebook ‘Mia Moglie’ y el foro ‘Phica.eu’- han pasado del anonimato a ocupar titulares en toda Europa, acusadas de alimentar un voyerismo masivo con fotos de mujeres robadas, manipuladas o tomadas de sus redes sociales sin ningún consentimiento. Entre las víctimas aparecen nombres ilustres: la primera ministra Giorgia Meloni, la líder del Partido Democrático Elly Schlein, la eurodiputada Alessandra Moretti o la exministra Maria Elena Boschi. Pero también chicas anónimas en la playa, adolescentes a la salida del colegio o madres que subieron inocentes imágenes familiares a Instagram.

El caso estalló cuando Meta clausuró el pasado día 20 el grupo ‘Mia Moglie’ (Mi Mujer), que llegó a contar con 32.000 miembros. Allí se intercambiaban fotos íntimas de esposas y parejas, publicadas sin conocimiento de ellas y acompañadas de comentarios obscenos. La policía postal recibió más de 2.800 denuncias en pocos días. Ahora ha saltado a la luz ‘Phica.eu’, un foro abierto desde 2005 que acumulaba hasta 200.000 usuarios y que había convertido en mercancía visual a decenas de mujeres italianas de todos los ámbitos.

La primera en denunciar públicamente el foro ‘Phica.eu’ fue Valeria Campagna, vicesecretaria del Partido Democrático (PD) en el Lazio, la región central italiana. Tras buscar su nombre en internet, descubrió con horror que existía toda una sección dedicada a su persona. «No solo imágenes en traje de baño, sino momentos de mi vida pública y privada. Debajo, comentarios sexistas, vulgares, violentos. Estoy asqueada, enfadada y decepcionada. Pero no puedo callar: esta historia no me concierne solo a mí, nos concierne a todas», escribió en un post en Facebook.

 

Campagna fue contundente: «Lo llamo por su nombre: cultura de la violación. Una cultura vomitiva e inaceptable que legitima la violencia y ridiculiza a las víctimas. Hija de un patriarcado que normaliza la idea de que el cuerpo de las mujeres es de posesión masculina».

Sus palabras encontraron eco inmediato en otras dirigentes del PD. La eurodiputada Alessandra Moretti confesó haber hallado «miles de fotos mías, tomadas incluso de programas de televisión». «He sentido asco y miedo por mi seguridad, pero haré de esto una batalla política. Estas páginas web que instigan al estupro y a la violencia deben cerrarse y prohibirse», reclamó. La exsubsecretaria Alessia Morani habló de «una manada digital» y pidió «una acción colectiva contra esta violencia».

El foro de la obscenidad

Lo que revelan las investigaciones de los medios italianos es escalofriante. ‘Phica.eu’ funcionaba como un foro con múltiples secciones: desde modelos y actrices de cine a una galería llamada ‘Políticas calientes’ donde se acumulaban fotos de Meloni, Schlein, y las exministras Mara Carfagna, Mariastella Gelmini o Maria Elena Boschi, entre otras. No eran imágenes íntimas en sentido estricto, sino fotos públicas -un discurso en el Parlamento, una entrevista televisiva, unas vacaciones en la playa- pero recortadas, retocadas y sexualizadas con titulares y comentarios denigrantes. La actriz e ‘influencer’ Jenny De Nucci lo definió así en sus redes: «Nuestro cuerpo y nuestra persona tratados como carne de matadero». Otras como Camihawke o Daniela Collu se sumaron a la denuncia colectiva. La actriz Anna Madaro entregó a la policía un dossier con 166 páginas de material robado de sus perfiles.

El foro no se limitaba a las celebridades. Había hilos enteros dedicados a «las chicas del pueblo», «mi vecina», «mi hermana» o «mi novia con el perro». Incluso secciones locales, como «Torino y alrededores», donde se invitaba a subir fotos de mujeres vistas en la calle. Los comentarios, imposibles de reproducir en su literalidad, iban desde la cosificación más vulgar hasta auténticas incitaciones al abuso.

Validación pública de la virilidad

El antecedente inmediato a ‘Phica’ es el grupo de Facebook «Mia Moglie», creado en 2019 y cerrado solo ahora, tras seis años de existencia y más de mil denuncias. Allí, maridos y novios colgaban fotos íntimas de sus parejas -algunas incluso tomadas durante momentos privados- y preguntaban al resto de miembros: «¿Qué os parece?». La lógica, como explicó la socióloga Nathania Zevi en La Stampa, no era solo erótica: «El cuerpo de la mujer se convertía en documento probatorio del valor masculino dentro del grupo, una forma de validación pública de la virilidad».

El fenómeno, advierten los expertos, revela una mutación cultural: del machismo fanfarrón y de gracietas de bar se ha pasado al protagonismo digital, en el que miles de desconocidos refuerzan, con sus «me gusta» y sus comentarios, la identidad masculina de los participantes. «Un cortocircuito -escribió Zevi- que expone la fragilidad estructural de muchos hombres, dependientes del reconocimiento colectivo para sentirse viriles».

Violencia digital

El escándalo ha escalado hasta el Parlamento. El presidente del Senado, Ignazio La Russa, calificó el caso de «gravísimo, fuente de profunda indignación», y exigió resultados rápidos a la justicia. El Partido Democrático exige medidas urgentes contra lo que define como violencia digital estructural. La Policía Postal trabaja a contrarreloj. Los administradores de estos foros podrían enfrentarse a cargos por difusión ilícita de imágenes sexuales, difamación agravada o instigación al delito, con penas de hasta seis años de cárcel. El problema es que muchas de estas webs están gestionadas desde el extranjero, lo que complica su clausura.

La plataforma ‘Phica’ anunció finalmente su cierre, alegando en un comunicado que había sido «utilizada de forma indebida» y que «no se habían podido frenar a tiempo los comportamientos tóxicos». Sin embargo, los expertos advierten de que es probable que resurja bajo otro nombre, como ya ocurrió con «Mia Moglie» en Telegram y WhatsApp.

Los casos de «Mia Moglie» y «Phica» han abierto un espejo incómodo para Italia, donde según un estudio de la Universidad de Milán, el 20% de las mujeres han sufrido alguna vez difusión no consentida de fotos íntimas. El Parlamento aprobó en julio endurecer las penas contra la pornografía vengativa y el feminicidio, pero las asociaciones advierten de que la ley va por detrás de la realidad digital.

En un país donde el machismo sigue dejando huella en la vida cotidiana, los foros ‘Mia Moglie’ y ‘Phica’ se han convertido en símbolo de un debate más profundo. No es solo una cuestión tecnológica, sino antropológica: qué modelo de masculinidad quiere construir la sociedad, y qué garantías se ofrecen a las mujeres para vivir, como dijo la vicesecretaria del PD Campagna: «libres, respetadas y sin miedo».

Reportar un error