Tras el regreso de Pablo de Blasis, la dirección deportiva del FC Cartagena se ha marcado un objetivo claro: traer también de vuelta a Luis … Muñoz, un futbolista que acabó contrato con el Efesé el pasado 30 de junio y que, como el argentino, es muy querido por la afición albinegra. A pesar del descenso, el centrocampista malagueño es un jugador muy valorado por la hinchada del Cartagena y fue de los pocos que se salvó del desastre la pasada temporada. Además, su rendimiento hace dos años con Julián Calero en el banquillo fue notable. En total, disputó 59 partidos y marcó 8 goles en sus dos cursos como albinegro.

Luis Muñoz quiere volver al Cartagena. A nivel personal estuvo de maravilla junto a su pareja, que actualmente está embarazada, viviendo en el polígono residencial de Santa Ana. Hizo buenos amigos y desde el primer momento tuvo claro que si no le salía nada en Segunda quería quedarse en el Efesé. Tuvo oportunidades de mercado en el Sporting, el Huesca y el Ceuta, pero las tres se le cayeron en el momento decisivo. También estuvo cerca de firmar por el Volos de la Superliga griega. Pero precisamente por el hecho de que va a ser padre próximamente no quiere irse al extranjero. Salvo que le pongan mucho dinero encima de la mesa, su idea es quedarse en España.

A sus 28 años, por tanto, la idea del ex de Málaga, Lugo y Córdoba es seguir aquí, ya sea en Segunda o en Primera Federación. De momento, parece que las puertas de mercado se le cierran en la división de plata. Y su predisposición a regresar a Cartagena, donde ha estado muy cómodo, es absoluta. Se sabe querido y es consciente de que el proyecto de Javi Rey es ambicioso y lo normal sería estar peleando por el ascenso durante todo el curso.

Sin embargo, en los últimos días están apretando mucho tanto el Eldense como el Marbella para hacerse con sus servicios. Ambos equipos le ofrecen más dinero que el Cartagena, quien no ha subido la oferta que le presentó hace diez días. La mantiene inalterable y no quiere entrar en ninguna puja por nadie en estos últimos días de agosto. Tampoco por Luis Muñoz, por mucho que sea la pieza deseada para clausurar un mercado que echa el cierre el próximo lunes.

A principios de semana, de hecho, había mucho optimismo en la dirección deportiva que sigue liderando Manuel Sánchez Breis. Se veía muy cerca el fichaje de Luis Muñoz. Pero los días han ido pasando y el Eldense y el Marbella están insistiendo mucho para convencer al futbolista. Ahora mismo todo está en el aire y lo normal es que este viernes quede más o menos decidido el destino de Luis Muñoz, quien prioriza la opción del Cartagena pero no quiere perder dinero. Da la sensación de que solo volverá si Breis sube su oferta.

Relación rota

Se da la circunstancia de que, tal y como ocurrió con el fichaje de Pablo de Blasis, Paco Belmonte se está manteniendo completamente al margen de esta operación. Y es que, igual que sucede con el argentino, la relación entre el todavía presidente y Luis Muñoz está completamente rota. Todo viene del pasado mes de enero, cuando el centrocampista malagueño presionó para conseguir la carta de libertad y fichar por el Sporting de Gijón. Belmonte se negó y, como en el caso de Jairo con el Elche, se remitió a la cláusula de rescisión del futbolista. El club asturiano no quiso pagarla y Luis Muñoz, que a finales de enero estaba lesionado, se tuvo que quedar en el Efesé.

A mediados de febrero, con el equipo virtualmente descendido, Luis Muñoz decidió pasar por el quirófano para curarse de una lesión en el ligamento lateral de la rodilla que arrastraba desde finales de diciembre. Se fue a Málaga, fue intervenido por un médido de confianza ajeno a los serviccios médicos del club y ya solo le dio tiempo a jugar los últimos minutos del último partido de la liga ante el Mirandés.

Paco Belmonte, a modo de venganza, dejó de pagarle y Luis Muñoz fue el primero en denunciar. Y también, el último en cobrar. Eso, en cualquier caso, no supone un problema en la negociación que ahora hay abierta entre club y jugador. Belmonte está al margen de la misma y el deseo compartido por todos es que el asunto de Luis Muñoz acabe como terminó el de Pablo de Blasis.