El Baskonia afronta a estas alturas del calendario los inconvenientes veraniegos de cada pretemporada. No hay huecos libres en la agenda porque a la cargadísima … campaña de los clubes establecidos en la élite se unen siempre por estas fechas los compromisos internacionales de las selecciones. Ahora se trata del Eurobasket, hace doce meses largos se dirimían los Juegos Olímpicos en París y un curso antes fue el turno del último Mundial.
El equipo vitoriano encara un nuevo ciclo, tras fracasar la presunta estabilidad de Pablo Laso en Betoño, amputado por las ausencias y con la necesidad de recurrir a un buen puñado de canteranos. Todo ello cuando el nuevo entrenador, Paolo Galbiati, necesita engrasar la maquinaria colectiva de un plantel renovado en la mitad de sus integrantes.
Los ocho hombres de la primera plantilla disponibles en este momento solventaron este miércoles el trámite de los reconocimientos médicos antes de arrancar las sesiones preparatorias con el inicio de septiembre.
Cuatro ya conocen el vestuario local del Fernando Buesa Arena, especialmente el estelar Markus Howard, dispuesto a cumplir su cuarto ejercicio –extraña longevidad junto a los humedales de Salburua– dentro de la disciplina azulgrana. También, en menor medida, Khalifa Diop, ante su tercera campaña baskonista tras dos de perfil bajo. A ellos se suman el revalorizado Trent Forrest y Luka Samanic, pívot de recursos ofensivos y también desconexiones que llegó como regalo navideño el último diciembre.
72
Partidos
Encuentros oficiales en el peor de los casos para un club que ha de revertir su tendencia.
Acudieron asimismo a los exámenes cuatro de las seis adquisiciones de la entidad alavesa en el mercado estival. El base Rafa Villar, cupo de formación procedente del Lleida; el atlético escolta Hamidou Diallo; el joven ‘tres y medio’ Clément Frisch, fichado del Nancy; y Mamadi Diakite, un pívot enérgico que destaca por su movilidad. Los tres últimos debutarán tanto en la ACB como en la Euroliga. Nada sorprendente por cuanto la gerencia deportiva acostumbra a explorar caladeros por debajo del radar.
Galbiati asistirá con resignación más o menos cristiana a la ausencia de cuatro componentes de la primera plantilla, dos con peso específico en el equipo y otros tantos que habrán de convalidar en Betoño las cualidades que ya han enseñado hasta la fecha en Berlín y Murcia.
Faltarán a los primeros entrenamientos que han de sentar las bases del grupo nada menos que el capitán Tadas Sedekerskis, navaja multiusos que también se lo parece así al seleccionador lituano, y Luwawu-Cabarrot. El alero galo, baloncestista completo que arrancó de manera notable el curso pasado para diluirse luego, se postula como el último en incorporarse a la disciplina azulgrana. ¿El motivo? Que la ultrafísica Francia figura dentro del ramillete de combinados que optan a todo en el presente Eurobasket. Matteo Spagnolo, el ‘combo’ llegado del Alba, disputa el torneo con Italia. Y el letón Rodions Kurucs se recupera de su reciente operación en la fascia plantar del pie izquierdo.
Las dificultades se incrementan por la ampliación a veinte equipos de la Euroliga
Contratiempos para el nuevo técnico ante la ardua temporada que se le presenta. Por una parte, la necesidad de levantar el ánimo de la alicaída parroquia azulgrana. De otro lado, el hecho objetivo de que en el peor de los casos –ojalá el bloque vitoriano retorne a la Copa y dispute las eliminatorias doméstica y continental– el Baskonia disputará 72 partidos oficiales tras la ampliación a veinte participantes de la Euroliga.
De tal modo que Galbiati debe recurrir a ocho jóvenes de la cantera. Cinco de ellos militan en el filial de Tercera FEB y tres se hallan cedidos en el Clavijo riojano de Segunda. Al primer lote pertenecen Stefan Joksimovic, Mate Khatiashvili, Chiek Tidiane, Juom Maker Bol y Pedro Souza. Al segundo, Joseba Querejeta, Vit Hrabar e Iñigo Royo.