Los filiales suelen vivir muchas modificaciones cada temporada. Los más mayores salen, sus piezas más destacadas suben al primer equipo o salen cedidos a equipos … de mayor enjundia para continuar su progreso, mientras que otros más jóvenes llegan pidiendo paso con la ilusión y la ambición de reivindicarse. El Bilbao Athletic no es menos. Cuatro de sus futbolistas con mayor proyección han continuado su camino en el fútbol profesional y ahora las nuevas piezas del segundo equipo rojiblanco deben dar un paso adelante para aclimatarse a la exigencia de Primera Federación.
El Bilbao Athletic viene de realizar su mejor temporada en este tercer peldaño nacional, posicionándose en el séptimo lugar de la clasificación con 54 puntos. De ese modo, dejó muy atrás sus anteriores dramáticas experiencias en las que fue colista con 26 puntos y decimoquinto con 45 puntos. El principal baluarte de este equipo, aparte de su riqueza táctica, fue el dominio que ejercían en la medular Alejandro Rego y Beñat Gerenabarrena. Ambos formaron uno de los mejores centros del campo de la categoría, siendo el eje del éxito del conjunto pilotado por Jokin Aranbarri.
Ahora el técnico tendrá que reestructurar toda esa parcela ante la ausencia de los dos mediocentros. Rego se encuentra en dinámica del primer equipo, habiendo disfrutado de minutos ya en la primera jornada liguera, y Gerenabarrena está cedido en el Castellón de Segunda División. Competirán por reemplazarles Junior Bita, Eñaut Lete, que siguen en el filial, Manex Gibelalde, Eder García, ambos fichados de la Real Sociedad B, y Gaizka Alboniga-Menor, que promociona del Basconia. Aunque esta no es la única posición en la que el Bilbao Athletic acusa importantes bajas. En las alas, los prometedores Aingeru Olabarrieta e Iker Varela están a préstamo en el Andorra y el Mirandés de Segunda, respectivamente.
Vienen a sustituir a éstos, tres jugadores desde el Basconia de un futuro muy esperanzador: Adrián Pérez, que ya estuvo en dinámica del filial durante buena parte de la temporada pasada, Elijah Gift, por el que el Athletic pagó un millón de euros al Liverpool hace dos años, y Peio Huestamendia, internacional con España sub’19 este mismo verano. Además, continúa el vertiginoso Endika Buján, que debutó con el primer equipo ante el Girona en San Mamés el curso pasado. Además de estas cuatro salidas destacadas, el club dio de baja a Eneko Aguilar y cedió a Oier Gastesi al Arenas, Javier Elías al Amorebieta y Ekain Azkune al SV Ried austriaco.
Sobrepoblación de jugadores
El resto de los trece futbolistas que completaban la plantilla siguen a las órdenes de Aranbarri, a excepción de Igor Oyono, al que han bajado al Basconia para que aumente su participación. Por lo tanto, siguen Mikel Santos, Xabi Irurita, Jon de Luis, Aimar Duñabeitia, Ander Izagirre, Eneko Ebro, Johaneko, Junior Bita, Eñaut Lete, Ibon Sánchez, Endika Buján, Ibai Sanz y Asier Hierro. Promocionan desde el Basconia Eric Gamen, Iker Monreal, Gaizka Alboniga-Menor, Beñat García, Adrián Pérez, Elijah Gift, Peio Huestamendia y Txus Vizcay.
Asimismo, el club ha incorporado al filial los fichajes de Iker Galindo -Arenas-, Iker Aldai -Eibar B-, Manex Gibelalde -Real Sociedad B- y Eder García -Real Sociedad B-. Por último, completan la plantilla los regresos de cesión de Javier Sola, que estuvo a préstamo en el Amorebieta, y Miguel Barandalla, que militó en el Sestao River. En total, actualmente son 27 los efectivos que a día de hoy figuran en este Bilbao Athletic. Es por ello que no sería de extrañar que hubiera alguna salida de última hora o varios deberán tener ficha de un Basconia que también está muy poblado.
Se trata de un Bilbao Athletic en el que vuelve a reinar la juventud, con solo 20,6 años de media de edad actualmente. El único jugador que supera la ficha sub’23 es Xabi Irurita (2002). El resto son nacidos entre 2003 y 2007, como Beñat García, el más joven del equipo. Por lo tanto, resulta complicado atisbar el rendimiento del filial en una categoría tan igualada como es esta Primera Federación. Lo mismo podría pelear por entrar en play-off de ascenso que por salvarse. Desde luego, la diferencia suele ser mínima entre ambos objetivos. Por ejemplo, el año pasado solo catorce punto distanciaron el quinto puesto del decimosexto.