Pilar López Ávila (Cartagena, 1969, aunque reside en Cáceres desde los tres años) no viaja por presión ni por obligación, por eso es fácil … encontrarla en Cáceres incluso en el verano más profundo. Profesora y recién nombrada catedrática de Biología en el IES Norba Caesarina, es autora de literatura infantil y para todos los públicos. Amante de la naturaleza publica quincenalmente en HOY la columna ‘Un pájaro en mi ventana’. Su último libro es ‘Un olmo en la ribera’.

–¿Le gusta el verano, prefiere otro momento del año o es su favorito?

–¿Me gusta el verano porque estoy de vacaciones, disfruto de los días largos, me olvido del jaleo del trabajo. Pero si pudiera elegir, me quedaba con el inicio del otoño, cuando el calor va cediendo y empiezan a amarillear las hojas de muchos árboles. Si llueve, el campo se pone precioso en otoño.

–¿A qué hora arranca el día en verano? ¿Cambia su horario de levantarse en verano o solo durante las vacaciones; ¿duerme más?

–¿Me levanto un poco más tarde de lo habitual, pero también me acuesto más tarde, así que creo que el inicio y final del día están compensados.

–¿Suele hacer más deporte, menos o igual que el resto del año?

–Mi deporte es la natación, que practico a lo largo de todo el año excepto durante julio y agosto. Aunque en estos meses trato de nadar un poco cada día, no me hago los metros del entrenamiento, pero me viene muy bien estirarme y hacer ejercicio a diario.

«En casa comemos el gazpacho de tomate y la tortilla de patatas todo junto, mezclado, ¡nos encanta!»

«Me identifico con esos memes en los que el profesor corre porque le persigue el mes de septiembre»

–¿Aumenta sus lecturas, igual?

–¿Sí, desde luego que leo más, pero en otros momentos en relación al resto del año. Durante el curso leo sobre todo por las noches, pero me entra el sueño enseguida y tengo que echar la pestaña… pero en verano leo más durante el día, por las tardes principalmente, ya que por las mañanas siempre hay otras cosas que hacer y no me da tiempo de sentarme a leer.

–¿Diría que su participación en actividades culturales aumenta o disminuye en verano?

–Participo menos en eventos culturales, a lo mejor asisto a un concierto en el Museo Pedrilla o a una obra de teatro en Mérida. Sin embargo, sigo activa, culturalmente hablando, a través de la asociación Norbanova, porque aprovechamos estos días para organizar los eventos que pondremos en marcha en otoño. Ahora mismo estamos preparando las III jornadas de ilustración Cáceres Ilustra (del 23 al 26 de octubre) y las X Jornadas Góticas (la primera quincena de noviembre).

–¿Es de las personas que va apuntando cosas para hacerlas en verano o durante las vacaciones?

–¿Nada, no apunto nada. Lo que quiero hacer lo tengo en la cabeza, y si surge algo interesante, improviso.

–¿Cuál es su plato favorito durante el verano?

–¿Gazpacho (de tomate) con tortilla de patatas (bien cuajada). En casa echamos el gazpacho en un plato hondo y luego la tortilla troceada encima. Lo mezclamos, cogemos la cuchara y lo comemos todo a la vez. ¡Nos encanta comerlo así!

–¿Cambia su estilo de alimentación? ¿Es de los que se abandona más o al revés, se cuida más?

–Comemos más ensaladas y gazpachos (también hago el de poleo para aprovechar el pan duro). Los platos de puchero, como garbanzos, lentejas o alubias, los dejamos para cuando empiece el frío. Si tomar cerveza todos los días es abandonarse, pues sí, me abandono y me apunto a la cerveza.

–¿Echa la siesta?

–Jamás, ni en verano, ni en ningún momento del año. Y eso que recomiendan una siesta de veinte minutos al día, pero no, no la duermo porque en el rato de la siesta aprovecho para escribir. Muchos de mis libros los he escrito en verano, durante las siestas de los demás.

–¿Aguanta bien el calor?

–Desde que tengo recuerdos, en Cáceres ha hecho siempre mucho calor en verano. Cuando era una niña, en casa no teníamos aire acondicionado, ¡ni en el coche! Recuerdo haber sacado el colchón a la terraza algunas noches tórridas para intentar dormir un rato. Así que sí, creo que aguanto bien el calor. Pero esta ola de calor que hemos tenido este agosto… este calor no es el que yo recordaba, este calor no se aguanta fácilmente, ha sido muy difícil el día a día, pero lo peor han sido las noches.

–¿Aprovecha para dedicar más tiempo a los amigos, a su familia? ¿o es de los que ‘desaparece’ en verano por viajar o por vivir en segunda residencia?

–No desaparezco en verano, paso bastante tiempo en Cáceres. Intento dedicar tiempo a la familia y a los amigos a lo largo de todo el año, pero es verdad que en verano se sale más y hay más tiempo para estar con ellos.

–¿Diría entonces que socializa más en verano o igual que el resto del año?

–Puede que un poco más en verano.

–¿Suele viajar en verano o también el resto del año?

–No me obligo a viajar en verano porque haya que hacerlo en esta época, en cualquier momento del año surgen viajes maravillosos que aprovecho siempre que puedo. Lo que sí hacemos es irnos con nuestros hijos unos días, a ellos todavía les gusta que viajemos en familia, no sabemos hasta cuándo…Este julio hemos estado unos días en Italia.

–¿Cuál es su sitio favorito o al que más acude en verano, una playa, una terraza en la ciudad, una casa de campo, el pueblo…?

–Paso las tardes de verano en la piscina, allí es donde me refresco, leo, hago un poco de ejercicio y me tomo la cerveza con mi familia y amigos. Es un veraneo de lujo.

–¿Suele ver los programas de televisión veraniegos o prefiere el cine?

–No veo mucho la televisión, tampoco el resto del año. Si veo algo en verano es una película, o alguna serie. La verdad es que el rato que estaría viendo la televisión, lo sustituyo por leer o escribir, que son mis aficiones favoritas.

–En los días de verano previos a las vacaciones, ¿trabaja menos o más por su profesión?

–Soy profesora de educación secundaria. Cuando se va el alumnado y cierran el instituto, empiezan mis vacaciones. Hasta entonces, trabajo mucho, sobre todo a final de curso porque hay que evaluar, terminar proyectos, memorias, dejar recogido el departamento, el laboratorio, cerrar la actividad del huerto, del jardín… hago muchas cosas con el alumnado a lo largo del curso.

–¿Durante las vacaciones desconecta del todo?

–De mi trabajo como profesora, desconecto totalmente. Es necesario hacerlo. De mi trabajo como escritora, no. Es cuando más me conecto, el verano me viene muy bien para sacar adelante muchos proyectos que dejo aparcados por falta de tiempo durante el resto del año.

–¿Suele planificar el verano o es más de lo que se lo planifique la familia, los amigos?

–Lo planificamos en familia. Aunque este verano el viaje a Italia lo ha planificado mi hijo mediano, porque ha estado allí todo el curso con una estancia Erasmus, y nos hemos dejado llevar. Lo ha hecho genial y ha sido un viaje estupendo.

–¿Le cuesta volver al ritmo del trabajo?

–Sí, mucho. Me veo identificada en esos memes en los que el profesor/a corre porque le persigue septiembre…

–¿Cambia su hora de acostarse en verano?

–Me acuesto más tarde, aprovecho la noche porque no hace tanto calor.

–Un día de verano especial que recuerde.

–Habíamos estado mi marido y yo unos días de agosto en República Dominicana, en la boda de unos amigos. Dejamos a nuestro hijo mayor con mis padres, apenas tenía un año recién cumplido y aún no andaba. Cuando nos vio aparecer, echó a correr hacia nosotros con los brazos abiertos. Me eché a llorar.