Tenemos noticias para las madrinas de otoño: habemus tendencia de zapatos. La hemos avistado en la boda de la princesa María Carolina de Liechtenstein y Leopoldo Maduro Vollmer, celebrada esta misma mañana en la catedral de Vaduz. Una cita que ha reunido a la aristocracia del principado Europeo para ver cómo la nieta de Juan Adán II y el banquero venezolano se daban el sí, quiero. Y a éste último, precisamente, veíamos llegar del brazo de su madre, Sofía Vollmer, la culpable de que en los enlaces otoñales vayamos a toparnos con decenas de zapatos como los suyos. Porque en lo que a madres del novio respecta, las convenciones empiezan a desaparecer; sí, incluso en una cita tan formal como esta, donde nuestra protagonista ha alcanzado un equilibrio perfecto entre elegancia y originalidad.

Leopoldo Maduro Vollmer junto a su madre, Sofía Vollmer, llegando a la catedral de Vaduz en el día de su boda.© Gerald Matzka/Getty Images

La clave reside en el equilibrio cromático entre el gris perla del vestido y los accesorios en azul bebé. Una nota de luminosidad e inocencia que enciende el conjunto, lo rejuvenece y le da un giro más delicado. De este modo, es elegante y formal, pero no excesivamente serio ni aburrido. Aunque, todo sea dicho, a ello también contribuye el propio corte del diseño. Su bajo asimétrico replicando la forma del escote, el lazo con broche joya en la cadera, la manga francesa…

Sin embargo, son los zapatos los que ha captado toda nuestra atención. Nada de tacones anchos o bajos, sino de altura media y finos, para estilizar aún más gracias a ese corte escotado en los laterales. Pero lo más particular es su color, un azul celeste lleno de vida que ilumina todo el conjunto. Un actor secundario que se ha convertido en un auténtico roba-escenas. Y, de paso, en una posible tendencia a tener muy en cuenta para todas aquellas madrinas que tengan pensado elegir un vestido sencillo, de un tono discreto, pero quieran poner un toque diferente a su look.

En el caso de Vollmer, hacen juego con el tocado e incluso con la sombra de ojos, volviendo a dejarnos claro que ese azul bebé que tan de moda estuvo la pasada primavera, volverá a vivir una época de gloria este otoño. ¿Quién dijo que septiembre y octubre eran sólo para los tonos tierra?