Carlos Alcaraz saltó ayer dos obstáculos de una tacada. El murciano superó con contundencia al italiano Darderi y vio desde el hotel como su posible rival en cuartos, el estadounidense Ben Shelton, tenía que abandonar su encuentro frente a Adrian Mannarino por una lesión en el hombro izquierdo.
De hacer los deberes contra Arthur Rinderknech este domingo, el tenista de El Palmar se mediría al ganador del Mannarino-Lehecka, que se enfrentarán en octavos sabiendo que su oponente, si se cumplen los pronósticos, será Alcaraz.
Adiós entre lágrimas
Ben Shelton se retiró entre lágrimas de la pista Arthur Ashe, después de sufrir un resbalón en el punto final del tercer set que le dejó el hombro maltrecho, que se acabó adjudicando con un gran golpe final. El estadounidense, una de las grandes esperanzas locales en el US Open, trató de continuar a pesar del gran dolor que padecía. Siguió jugando en la cuarta manga, cuando vencía por 2-1, y la perdió con el mismo resultado frente a Mannarino, número 77 del mundo. Pero seguía con dolor y, antes del arranque del set decisivo, fue obligado a renunciar cuando habían pasado tres horas y diez minutos.
Alcaraz lució camiseta rosa ante Darderi / EFE
Mannarino será rival del checo Jiri Lehecka en octavos, después de que este eliminara al belga Raphael Collignon por un triple 6-4. De este cruce saldrá el rival de Alcaraz, si el murciano gana su duelo de octavos contra el francés Arthur Rinderknech, verdugo en segunda ronda del español Alejandro Davidovich.