En Barcelona hay fiestas para todo el mundo, incluso para aquellos a quienes no les gusta la fiesta. Los que prefieren adentrarse en las páginas de un libro durante toda una tarde y viajar por mundos imaginarios, en vez de salir a lugares con música alta y vasos altos, ya tienen rincones de Barcelona en los que pueden disfrutar de un hobby individual y a la vez socializar.

Estas fiestas aptas para lectores e introvertidos se llaman ‘Silent Reading Parties’ y son tendencia en medio mundo. Han llegado a Barcelona como una iniciativa discreta y poco a poco se dejan ver en locales y parques. Por ejemplo, Backstory Bookshop, una librería especializada en literatura inglesa, organiza un encuentro en su librería cada dos sábados. También en semanas alternas, pero en domingo, el grupo de lectura BCN Chat ‘n’ Chapters se reúne en el Parc de la Estació del Nord (y en invierno, en espacios cerrados) para leer en grupo. Y la librería Finestres tiene prevista una cita similar este septiembre, llamada ‘Silenci: estem llegint’.

BARCELONA 27/07/2025 Barcelona. Integrantes de un club de lectura en silencio durante su encuentro dominical en el parque de la Estació del Nord, donde comparten una hora de lectura conjunta al aire libre. FOTO de ZOWY VOETEN

BARCELONA 27/07/2025 Barcelona. Integrantes de un club de lectura en silencio durante su encuentro dominical en el parque de la Estació del Nord, donde comparten una hora de lectura conjunta al aire libre. FOTO de ZOWY VOETEN / Zowy Voeten / EPC

Leer y socializar

Las ‘Silent Reading Parties’ tienen dos partes: durante la primera hora, los asistentes leen su propio libro en silencio. Cada uno elige su libro, no hay que ceñirse a un título ni a un género, como en los clubs de lectura estándard. Aunque el único castigo no pase de una mala mirada, la idea es que la inmersión en la lectura sea total, sin pausas para mirar el móvil ni comentar la situación. La segunda hora sí se centra en interactuar: los participantes están invitados a hablar con la persona de al lado sobre libros o cualquier tema al que les lleve la conversación.

Francesca Catalogne es la creadora de BCN Chat ‘n’ Chapters. “Descubrí en un artículo en ‘The New York Times’ que había gente que se reunía simplemente para leer, y me pareció una idea genial”, rememora. Enseguida quiso importarla: “Busqué algo similar en Barcelona, pero no encontré nada, así que decidí crearlo yo misma”. Remarca que estas citas son una buena alternativa para los introvertidos, ya que el ocio convencional “al principio puede parecer incómodo«: «Sientes que tienes la obligación de romper el hielo, preguntarte ‘¿qué estás haciendo aquí?’, pero una vez te sientas junto a alguien, esa barrera desaparece”, afirma.

BARCELONA 27/07/2025 Barcelona. Integrantes de un club de lectura en silencio durante su encuentro dominical en el parque de la Estació del Nord, donde comparten una hora de lectura conjunta al aire libre. FOTO de ZOWY VOETEN

Integrantes de un club de lectura en silencio durante su encuentro dominical en el parque de la Estació del Nord, donde comparten una hora de lectura conjunta al aire libre. / Zowy Voeten / EPC

La creadora del grupo, que empezó las quedadas en 2024, asegura que “en Barcelona hay tantas cosas que hacer que puede ser abrumador”, y que BCN Chat ‘n’ Chapters permite sentarse, relajarse y desconectar un poco del caos de la ciudad. El grupo de lectura está pensado para personas a las que les gusta leer y quieren conocer a otros con el mismo interés. La mayoría de los 30 o 40 asistentes son extranjeros y van a las reuniones aunque solo estén en Barcelona durante unos meses. “Ha venido gente de todas las edades, desde jóvenes de 20 años hasta personas de más de 70”, dice, pero matiza que la mayoría tiene entre 20 y 30 años.

Los asistentes a las ‘Silent Reading Parties’ de Backstory Bookshop también son de la misma quinta. Abbie Hibler, la libretera impusora, empezó estas quedadas hace un año y medio, cuando abrió su local. “La idea era organizar una actividad en la tienda que ayudara a crear comunidad sin suponer un coste”, afirma Hibler. “Cuando llegamos, cambiamos la disposición de los asientos para que la gente que ya se conoce se siente por separado y pueda conocer gente nueva. Al final de la ‘Silent Reading Party’ se genera una conversación entre las personas que se sientan juntas”, explica. Y añade, riendo: “Acaba siendo tan ameno que a veces tenemos que echar a la gente de la tienda, se quedan hablando durante más de una hora y no quieren irse”.

En la ‘Silent Reading Party’ de Backstory Bookshop los asistentes llevan todo tipo de libros, desde aventuras hasta libros de autoayuda. Hibler comenta que “hay mucho Sally Rooney, pero también mucha literatura clásica”. En estas reuniones, se suele encontrar gente de entre 25 y 40 años. Algunos prosiguen la charla más allá de la convocatoria: “Al salir de la tienda se van a hacer algo juntos, como tomar algo, y veo que luego repiten otro día”, relata. También explica que durante la hora de socialización “se habla mucho de Barcelona como ciudad, porque hay tanto gente local como personas que acaban de mudarse”: “Comparten recomendaciones sobre playas, sitios para ir en la Costa Brava o incluso consejos prácticos, como cómo renovar el DNI”.

Creando comunidad

EL PERIÓDICO acudió a una ‘Silent Reading Party’ en la librería este verano y constató que mientras algunos asistentes sonreían leyendo, otros se reían en voz baja, e incluso algunos se secában lágrimas disimuladamente. El ambiente era tranquilo, con una música muy suave de fondo. Las sillas estaban colocadas en forma de U, para que todos tuvieran a alguien al lado y otra persona justo enfrente. Durante una hora entera, nadie interrumpió su lectura mirando el móvil, ni siquiera para mirar la hora. Para indicar que el período de lectura había terminado, una canción de Amaia sonó más fuerte durante unos segundos, captando la atención de los lectores inmersos en sus libros.

BARCELONA 27/07/2025 Barcelona. Integrantes de un club de lectura en silencio durante su encuentro dominical en el parque de la Estació del Nord, donde comparten una hora de lectura conjunta al aire libre. FOTO de ZOWY VOETEN

Integrantes de un club de lectura en silencio durante su encuentro dominical en el parque de la Estació del Nord, donde comparten una hora de lectura conjunta al aire libre. / Zowy Voeten / EPC

Las conversaciones que surgieron fueron orgánicas, lejos de las conversaciones de bar más convencionales para romper el hielo (¿de qué trabajas? ¿De dónde eres?). Los participantes compartieron su gusto por la lectura, especialmente las sensaciones que les había provocado el libro que estaban leyendo en la ‘Silent Reading Party’.

Vincent, de Francia, estaba leyendo un manual de autoayuda en inglés. En vez de empezar con las preguntas de protocolo, habló sobre los beneficios que sentía que el libro aportaba a su salud mental. Martina, de Italia, compartió sus pensamientos sobre el género young adult. Igual que ellos, Victoria asistió a la ‘Silent Reading Party’ por primera vez el pasado sábado. “Me ha gustado porque no estamos acostumbrados a estar quietos durante un rato prolongado”, relataba esta chica del barrio de Gràcia. “Es necesario crear espacios de resistencia ante la oferta constante de dopamina -defendía-. Estar una hora leyendo en silencio con tanta gente alrededor te hace sentir que compartes una actividad con los demás, a la vez que trabajas la concentración”.

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