Era la «Fórmula 1» del mar, y la ría de Vigo un escenario inmejorable para acoger aquellas carreras a ras de la superficie marina a más de 160 km/h.
En el cambio de milenio, Guixar y Bouzas se convirtieron en un circuito para lanchas motoras que «volaban» sobre el mar a velocidades de vértigo. Un deporte que generaba tanta adrenalina como riesgo, ya que el viento y el oleaje podían hacer volcar las embarcaciones, de unos cinco metros de eslora y dos de manga.
Vigo llegó a tener su propio trofeo, fue sede de pruebas puntuables para las series de la multicopa de la disciplina y acogió la disputa del título europeo.
La ciudad celebró su primer «Gran Premio Ría de Vigo» los días 4 y 5 de septiembre de 1999, con una decena de lanchas motoras que completaron un circuito de 1.800 metros frente a la dársena de Guixar. De aquellos bólidos, que pasaban de 0 a 160 km/h en apenas 4 segundos, solo cinco pudieron completar las 20 vueltas.
La competición se repitió al año siguiente, el 3 y 4 de septiembre pero en Bouzas. El renombrado «Trofeo Ciudad de Vigo» reunió a más pilotos y también fue más accidentado debido a las condiciones meteorológicas. El viento en la ría obligó a realizar cambios en el programa y retoques en el circuito por la seguridad de los participantes. Aún así, los incidentes obligaron a repetir hasta dos veces la salida de una de las pruebas y varios bólidos abandonaron.
La última vez que la ría fue un circuito de velocidad fue del 13 al 15 de agosto de 2005, cuando además de las series puntuables se disputó el título europeo. Hasta 22 lanchas acudieron a la cita deportiva, tampoco exenta de accidentes que obligaron a levantar la bandera roja en el circuito de Bouzas.
El público respaldó la competición con jornadas que registraron hasta 15.000 personas.
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