El sector editorial colombiano sigue en fase de recuperación y se acerca a un nuevo hito: alcanzar el billón de pesos en ventas. En 2024, las editoriales nacionales facturaron $996.624 millones, una cifra que contrasta con los $657.081 millones vendidos en 2020, año más duro de la pandemia, en el que las compras cayeron 17% anual.

Además, implica un crecimiento de 4% frente al desempeño de 2023, cuando las ventas alcanzaron $959.440 millones.

Aunque los textos educativos no son la primera categoría en ingresos, mantienen un peso superior a 30% dentro del mercado. Su participación da cuenta de un comportamiento claro: los colombianos quieren instruirse a través de los libros.

Entrar a una librería es todavía una experiencia gratificante para los amantes de la lectura: el olor inconfundible del papel nuevo, mezclado con la tinta fresca, es un placer al que todavía no vence la agilidad del ecommerce, pues 37,5% de las ventas se concentra en librerías y puntos de venta propios.

Las distribuidoras aportan 13,2% y mientras que las tiendas online ya alcanzan 6,4% de participación entre los canales de distribución.

Hay que mencionar que Bogotá y Antioquia lideran la oferta de librerías, con 167 y 100 establecimientos mapeados por la Cámara Colombiana del Libro; son mercados que muestran mayor madurez frente a las demás regiones del país.

En materia laboral, el sector generó en 2024 un total de 5.389 empleos, con un incremento de 3,2% frente a 2023. Con ello, prácticamente se han recuperado los puestos que se perdieron durante la pandemia, un respiro para la cadena de valor que depende de la edición, producción, distribución y venta de libros.