El Galicia Fest bajó el telón ayer tras una segunda jornada que volvió a concentrar a miles de personas en el Muelle de Trasatlánticos, pese a la intensa lluvia caída. Con la explanada abarrotada y un ambiente de celebración, Vigo continuaba el verano cultural con una cita que ya apunta a convertirse en tradición para despedir agosto. Esta vez con chubasquero.

El penúltimo adiós al verano musical

El penúltimo adiós al verano musical

La jornada arrancó temprano. Desde la apertura de puertas, la entrada de público fue constante y las inmediaciones del puerto se transformaron en un punto de encuentro de generaciones muy distintas. Familias con niños, grupos de adolescentes, parejas jóvenes y visitantes de fuera de la ciudad fueron llenando poco a poco un recinto que, ya a media tarde, estaba completamente encendido. «El mejor concierto fue el de Paula Koops, pero, en general, contrataron a muy buenos artistas», aseguran unas fanáticas de la artista. Ni las previsiones de mal tiempo ni las lluvias de la jornada anterior frenaron las ganas de disfrutar de la música en directo, los asistentes llegaron decididos a no dejar que nada empañase la experiencia.

El penúltimo adiós al verano musical

El penúltimo adiós al verano musical

La encargada de abrir la programación fue Paula Koops. La joven, una de las nuevas promesas del pop con más de 300.000 oyentes mensuales en Spotify, aportó frescura y energía a una tarde que apenas comenzaba. «Todo está muy bien organizado, hay mucho espacio para bailar», exclamaba un grupo de amigas. Más tarde, Noan continuó con un repertorio cercano al pop-rock actual, en el que incluyó sus grandes éxitos, a este lo siguió Hey Kid, que hizo bailar a buena parte de los asistentes en las primeras filas con temas como Donde estés tú, un éxito en plataformas como TikTok.

El penúltimo adiós al verano musical

El penúltimo adiós al verano musical

La suspensión por cuestiones técnicas de la actuación de Fredi Leis dejó fríos a sus incondicionales, que le esperaban en Galicia tras 3 años de su último disco Temas Privados. Pero, a continuación, la energía subió varios escalones con Marlon, el grupo, formado por tres integrantes y con referencias al rock de los 80, puso a cantar a toda la explanada en un concierto vibrante que marcó la transición hacia la noche.

Cuando el sol se escondió tras la ría, el muelle se convirtió en una fiesta. La llegada de Beret al escenario fue uno de los momentos más esperados y reunió a miles de voces cantando las rimas que marcaron a una generación y transmitiendo solo como el puede hacerlo.

La intensidad no bajó con Leire Martínez, que esta vez debutaba en Vigo en solitario y recibió una acogida muy cálida. La cantante, en una nueva etapa profesional tras su reciente salida de uno de los grupos más queridos del panorama nacional, superó todas las expectativas de los oyentes trayendo a Vigo los clásicos que resonaban en las radios de todo el país.

El cierre de la jornada llegó de la mano de Maldita Nerea, que consiguió mantener la energía hasta bien entrada la madrugada, rescatando himnos como El secreto de las tortugas, o No pide tanto, idiota. «Escuchaba a este grupo con mis padres en el coche», recuerda una de las presentes.

La ciudad acogió un festival que ha sabido unir entorno, cartel y público en una misma experiencia. Ahora, con la vista puesta en futuras ediciones, los espectadores reclaman a artistas como Arde Bogotá o Sebastián Yatra.

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