Sin duda, no está siendo el mejor año a nivel deportivo para Albert Torres. El ciclista ciutadellenc, que ya ha disputado el Tour de Francia y hasta cinco Giro de Italia, sigue teniendo pendiente debutar en la Vuelta a España.
Esta temporada tampoco ha sido posible. La competición española, que comenzó la pasada semana, no figuraba en su calendario inicial, en el que sí estaba prevista su participación en el Giro o en el Tour. «Hice el Giro. Sabía que después, en la segunda parte de la temporada, haría un calendario alternativo. Pero, luego surgen imprevistos…», explica.
Las lesiones dentro del equipo Movistar y la ausencia de su líder Enric Mas abrieron oportunidades para otros perfiles de corredores; sin embargo, al menorquín los problemas físicos le han privado de la mínima opción de poder entrar.
«Quizá, de no haber tenido alguna lesión después de junio y julio, a lo mejor me hubiera tocado La Vuelta», reconoce, aunque sin mucho convencimiento. Se trata de una de las grandes pruebas del ciclismo que aún no ha disputado en su larga trayectoria profesional. «Personalmente, me gustaría mucho poder correrla algún año. Es verdad que he hecho muchos Giro, pero La Vuelta es una carrera especial», añade.
Problemas físicos
En 2025, el ciclista de 35 años ha sufrido varios percances y ha tenido que pasar por quirófano en dos ocasiones tras fracturarse dos veces la clavícula izquierda.
La primera lesión se produjo a inicios de año, tras una caída en su lugar de residencia, Mallorca. La segunda ocurrió en junio durante el Tour de Suisse, cuando sufrió una fractura en la clavícula y en una costilla del mismo lado. «También hubo una rotura muscular en el cuádriceps a causa de la caída», detalla Torres, una lesión que le impidió subirse al rodillo durante casi tres semanas.
Para el especialista en pista, lo más complicado ha sido no poder entrenar con continuidad. «Estar parado una o dos semanas supone perder en pocos días la forma que has tardado meses en construir. Y eso, mentalmente, es duro», admite. Estos contratiempos físicos han puesto a prueba su capacidad de resiliencia. «Al final, hay que estar mentalmente preparado para darle la vuelta a la situación y seguir adelante», añade.
Una falta de regularidad en los entrenamientos también ha atrasado su puesta a punto. «Desde julio he acumulado mucho retraso. Y al final, eso se nota: es difícil llegar a un buen nivel», reconoce el menorquín.
En lo personal, Albert también ha vivido un verano de cambios con la llegada de un nuevo miembro a la familia. «Realmente ha sido un cambio tanto en la recuperación como en el día a día en casa, intentando ayudar a la familia y seguir entrenando», destaca.
Ahora, en esta segunda mitad del año, su calendario será menos cargado de competiciones. «Al final, el atraso en el entrenamiento se nota y es difícil llegar a buen nivel», comenta sobre su agenda deportiva, en la que confirma que estará en pruebas en Bélgica a finales de verano. Además de poder participar en algunas competiciones en Italia, aunque de momento figura como reserva en Movistar.
El Mundial de Chile
La última gran cita de la temporada para el ciclista será el Campeonato Mundial de Ciclismo de Pista Tissot UCI Santiago 2025, que se disputará del 22 al 26 de octubre. Torres cambiará el asfalto por la pista, tras varios meses sin competir en esta modalidad.
«Desde el Mundial de Santiago del año pasado, en marzo, no he vuelto a entrenar en pista. Ahora, cuando esté más recuperado físicamente, quiero hacer algunas concentraciones con la selección española para preparar el Mundial», describe.
Una preparación para este evento se basará en las competiciones que pueda encadenar en la carretera y en los entrenamientos con la selección, con el objetivo de llegar en las mejores condiciones posibles. A dos meses vista del Mundial no se marca aún un objetivo concreto. «Llegar con garantías y ser competitivo. Pero a día de hoy aún falta mucho trabajo y muchos kilómetros en las piernas», apunta el campeón mundial en la prueba de Madison de 2014.
Sin Enric Mas en La Vuelta