Había avisado de que se estaba guardando para la segunda y tercera semana. ¿Gestión de esfuerzo o es que no estaba para mucho más? Este … domingo el mundo del ciclismo ha salido de dudas con Vingegaard. El danés se ha adelantado a su pronóstico y ha atacado en la última etapa de la primera semana de La Vuelta, con final en alto en Ezcaray. El líder del Visma ha demostrado ser el más fuerte y se ha ido a falta de 11 kilómetros en solitario, aunque no le ha bastado para recuperar el maillot rojo.

La gran sorpresa positiva de la jornada ha sido ver a Markel Beloki con los mejores. En su primera grande, el gasteiztarra del Education First ha resistido al ritmo que han impuesto los mejores y ha llegado con el grupo principal, a 1:46, junto a Ciccone (Lidl-Trek), Soler (UAE), Bernal (Ineos), O’Connor (Jayco) o Hindley (Bora), entre otros.

Beloki se ha repuesto de la mejor manera y ha vuelto más fuerte de la mononucleosis que le mantuvo fuera de la competición tres meses. En su regreso en el Tour de Austria ya se mostró competitivo con la decimocuarta posición en la general y siendo tercero en el maillot de jóvenes. Sin embargo, su gran triunfo fue en Alsacia, donde se llevó la general y su primera victoria de etapa profesional.

A La Vuelta llegaba con el objetivo más enfocado en disfrutar y aprender cómo funciona una carrera de 21 etapas que en otra cosa. En la previa había declarado que tenía entre ceja y ceja la etapa de Bilbao del próximo martes por ser cerca de casa. Pero este domingo en Ezcaray, en la primera de las tres etapas por suelo vasco, se ha dejado notar en uno de sus mejores resultados como profesional.

Esperar el momento

En Andorra y en el Cerler sorprendió la pasividad de Visma y Vingegaard. Corredores como Ciccone aprovecharon la coyuntura para dejarse notar con tímidos ataques, neutralizados por el danés. Pero este domingo no ha querido dejarlo pasar en Ezcaray, entre la bruma y la llovizna, para obtener su segundo triunfo.

El navarro no es un puerto excesivamente duro, pero sí bastante largo y con rampas sostenidas que han permitido a Vingegaard imponer un ritmo duro que nadie ha podido seguir. Solo Pidcock (Q36.5) y Almeida (UAE) le han hecho sombra llegando a 24 segundos. El portugués sigue siendo el rival más fuerte por la general, aunque no ha terminado nada contento la etapa de hoy. «Hoy extrañé un poco a mis compañeros. Nadie estuvo conmigo al final», ha exclamado con una clara dirección. Juan Ayuso se ha dejado llevar una vez más y se ha cortado al inicio de la subida, con lo que no ha podido trabajar para el actual líder del equipo en la pelea por la general.

Ahora llega el primer día de descanso antes de afrontar el martes la etapa con final en el puerto de Belagua y el miércoles la ‘clásica’ en Bilbao, con el mítico y tembile para algunos Pike Bidea.