Las enormes expectativas levantadas por Aston Martin desde el viernes no se confirmaron en Zandvoort, donde Fernando Alonso acabó con la sensación de haber dejado pasar uno de los pocos trenes que podrían haberle llevado al podio en 2025. «Ha sido una oportunidad perdida», admitió el bicampeón tras su octavo puesto en la meta. Un resultado que, en condiciones normales, debía satisfacerle, le dejaba esta vez con el gesto torcido. ¿Qué sucedió para que el AMR25 perdiese tanto fuelle en apenas 48 horas?
El GP de Holanda suponía una fantástica oportunidad para que Aston Martin ratificase lo apuntado un mes antes en Hungaroring. Sobre un trazado corto y sinuoso, el AMR25 debía consolidarse como referencia de la zona media. O incluso desafiar a Ferrari o Mercedes. De hecho, durante la segunda sesión de entrenamientos libres, Alonso aventajó en dos milésimas a Oscar Piastri y sólo cedió ocho centésimas ante Lando Norris.
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Vuelta rápida. La suerte también sopla en contra de Norris
El viernes, al igual que el domingo en Hungría, las nubes cubrían el cielo y la temperatura del asfalto nunca superó los 30ºC. Bajo esas peculiares condiciones, Aston Martin se vio capaz de codearse con McLaren. Sin embargo, durante la qualy del sábado, la pista subió hasta los 34ºC. Esa variación afectó en extremo a un monoplaza tan sensible y tan difícil de entender como el AMR25. Además, una racha de viento en la curva 10 durante su único intento en la Q3 ralentizó 25 centésimas a Alonso, que debió resignarse al décimo puesto de la parrilla.
«Mala suerte en el peor momento»
Ayer domingo, el cielo volvió a encapotarse a orillas del mar de Norte, lo que favorecía de nuevo al español. Sin embargo, sus opciones de remontada se resquebrajaron por culpa de una mala salida. Fernando perdió el sitio ante Yuki Tsunoda, Alex Albon y Andrea Kimi Antonelli. Un error poco habitual que condicionó el resto de su carrera.
Durante su comparecencia ante la prensa, el doble ganador en Le Mans no hizo mención alguna a ese mal arranque y señaló otros imponderables. «Teníamos buen ritmo, pero tuvimos mala suerte en el peor momento con los safety cars. No pudimos optimizar nuestros dos juegos nuevos de neumáticos duros», analizó.
En la vuelta 19, mucho antes que sus adversarios, había lanzado un undercut, frustrado por el primer coche de seguridad, que apareció sólo cuatro giros después, tras el impacto de Lewis Hamilton contra las protecciones de la curva 3. En el momento en que su ingeniero le comunicó la noticia, Fernando lanzó a través de la radio un gran alarido, fruto de la frustración acumulada.
Alonso, durante uno de sus ‘pit-stops’ en Zandvoort.ASTON MARTIN
Las opciones terminarían por desvanecerse superado el ecuador de la carrera. En la vuelta 41, Alonso volvió a pasar por boxes y tres giros más tarde marcó vuelta rápida (1:13.734). Como en trance, el asturiano dejó tres adelantamientos casi consecutivos ante Nico Hulkenberg, Franco Colapinto y Gabriel Bortoleto. Además, obsequió a su ingeniero de pista con un irónico mensaje: «Sí, piensa en la estrategia. Te olvidaste de mí durante la primera mitad de la carrera. Quizá recuerdes que estoy aquí en la segunda mitad», lanzó por radio.
Su agrio cruce de declaraciones con Andrew Vizard se había iniciado poco antes, cuando el británico le había preguntado por el equilibrio de su monoplaza. «¡No lo sé, cojones! Siempre me metes en el tráfico, no lo sé», exclamó Alonso. Por entonces, su compañero Lance Stroll había remontado 12 puestos, desde el faroillo rojo hasta la octava posición.
«No nos merecíamos los puntos»
«Hemos acabado detrás de un Williams, de un Haas, que quedaron fuera de la Q1, y detrás de mi compañero que salía último», comentó Alonso, en referencia a Alex Albon, Oliver Bearman y el ya citado Stroll. «Algo realmente diferente hemos hecho con mi estrategia para acabar tan mal», ratificó.
La escasa diligencia durante los pit-stops, una semana más, tampoco ayudó al ovetense, resignado a entregar 2,6 y 3,3 segundos en sus dos paradas. «Ha sido un pequeño milagro y seguramente no nos merecíamos los puntos», concluyó en la zona mixta de Zandvoort, una pista donde ha puntuado en sus cinco participaciones.
A la espera de Singapur, otro trazado que podría adaptarse -salvo por las elevadas temperaturas- a las características del AMR25, el equipo liderado por Andy Cowell ya ha enviado todos sus bártulos rumbo a Italia. «A ver si podemos disfrutar en Monza, a pesar de nuestras conocidas dificultades a altas velocidades», presagia Alonso.