Interesante la segunda novillada del ‘Piñón de España’ en Pedrajas de San Esteban, en una tarde pletórica para el novillero vitoriano que apodera Jorge Manrique, Pedro Andrés.
Todo ocurrió en el utrero que cerraba festejo, al que Pedro Andrés le hizo un excelente recibo capotero. En el tercio de muleta, tras brindar al público, toreó en redondo al buen ejemplar de Río Grande con un soberbio cambio de mano, para rematar con el de pecho de pitón a rabo. Luego seguirían varias tandas más, sobre todo con la derecha, así como circulares y toreo de cercanías llegando mucho al tendido.
La estocada fue antológica por la forma de ejecutarla (volcándose en el morrillo) y por el efecto fulminante que tuvo, ya que el animal rodó sin puntilla. El público pidió con fuerza las dos orejas que el usía concedió, y Pedro Andrés las paseó con gozo y sonriente. Algunas palmas, pocas, aplaudieron al novillo en el arrastre.
En ese turno hubo brillantez por parte de su cuadrilla, tanto de su picador Juanan Agudo (Titi), que ejecutó una auténtica exhibición de doma y de conocimientos de la lidia a la hora de citar al novillo, como de Hermi Jiménez (Chaca) a la hora de clavar los palos. En la lidia destacó Mario Campillo, que también se desmonteró en el primero tras clavar con eficacia y brillantez.
Con el primer novillo (negro, albardado, bragado y girón), Pedro Andrés toreó a placer en las dos primeras tandas, pero pronto se apagó el de Río Grande que también rodó sin puntilla, y el usía le concedió un apéndice pedido con fuerza por el tendido.
Bruno Aloi
El novillero mexicano toreó de capote con mucho gusto y elegancia al que abrió plaza, rematando en un quite por gaoneras. Y ahí ya «cantó la gallina» el de Río Grande con varios intentos de fuga hacia los tableros.
Precioso, elegantísimo y con personalidad el trasteo de muleta con la pierna genuflexa que recordó al gran Roberto Domínguez. El animal, soso y manso iba a su aire, aunque Aloi logró sacarle una tanda de cierta enjundia. Voluntad de agradar la del mexicano ante el noble y manso utrero. El estoconazo al encuentro fue memorable. Pero no fue suficiente la petición de oreja y salió a saludar al tercio.
El tercero, segundo de su lote, un castaño albardado de Río Grande, de nombre ‘Vendaval’, fue muy deslucido en el capote de Bruno Aloi. En banderillas se desmonteró su subalterno Pablo Gallego. Con la franela estuvo Aloi muy asentado y porfión ante un utrero noblón a menos. Pisó terrenos de cercanías y se pegó un buen arrimón hasta que le dio un volteretón espectacular. Pudo seguir hasta pasaportar a su oponente con dos pinchazos y un golpe de cruceta. Sonó un aviso. El público volvió a ovacionarle. Fue atendido en la enfermería del coso de algunas contusiones y un varetazo en el gemelo.
El coso registró media plaza. La banda municipal de Pedrajas, que amenizó con pasodobles toreros durante el festejo, interpretó el Himno Nacional tras el paseíllo.
Esta tarde se cierra el ciclo con una novillada de Gabriel Rojas. Anunciados están los novilleros Tomás González y Mario Bilau. Atención a este joven novillero catalán que, en la pasada feria de Íscar, destacó sobremanera.