El amistoso disputado en León, ante el filial de Ademar, dejó buenas sensaciones en el BM Caja Rural Zamora, que sigue quemando etapas en este tiempo de preparación. La victoria fue holgada (26-38) pero lo importante, a juicio del entrenador, fueron las sensaciones ante un oponente que les exigió sobre la pista. «Estoy muy contento. Fue un partido en el que la ULE nos exigió. Hubo unos primeros 15 minutos muy buenos, con ritmo de partido alto e intenso, que era lo que pedíamos, y lo que nos había faltado contra el Ciudad de Salamanca». Tras ese primer cuarto de hora de «buen balonmano por parte de los dos planteles» y que dejó satisfecho a Félix Mojón, llegaron las rotaciones y momentos de más errores e imprecisiones hasta llegar al descanso 17 iguales. «A pesar de que nos igualaron esos tres goles que teníamos de ventaja, estaba contento porque su portería estuvo muy bien, sacó buenos balones y lo fallamos en los lanzamientos».
Sin embargo, la gran mejoría de los pistacho llegó en la segunda parte cuando «afinamos un poco más». «Dimos un paso en defensa, evitamos sus lanzamientos exteriores y nos fuimos en el marcador. Ellos no fueron capaces de seguir con la misma intensidad, nosotros sí», recalcó el responsable del banquillo Viriato. Así, se cerró una nueva semana de preparación y desde el staff se mostraron «muy contentos por la exigencia que nos ha provocado el juego de la ULE, nos ha servido de mucho».